Cuba no cuenta con la cantidad de ómnibus suficiente para transportar a los trabajadores y a los estudiantes hacia los centros educacionales cuando inicie el curso escolar 2022-2023 la semana próxima.
En estos momentos, la empresa de “Transporte Escolar” en La Habana solamente tiene a su disposición 178 vehículos, pero 30 de ellos fueron propuestos a baja y los que se encuentran disponibles puede que fallen debido a la marcada obsolescencia tecnológica en los equipos.
La situación crítica del transporte en la isla fue admitida recientemente por el ministro cubano del sector Eduardo Rodríguez durante una visita comprobatoria a una de las unidades del parque automotor. Sin embargo, sobre el complejo escenario que sobreviene insinuó que se resolvería “poniéndole corazón y voluntad”
“Hay que poner el corazón en cada una de las acciones que se ejecutan para lograr solucionar la compleja situación de la provincia en materia de transporte”, refirió con cierto optimismo el funcionario que reveló a la prensa oficialista que actualmente las necesidades superan las posibilidades reales.
De acuerdo con una nota publicada por el diario El Artemiseño, la capital no posee un parque suficiente de ómnibus para cubrir los más de 100 viajes de educadores y los pases diarios de los estudiantes. Tampoco alcanzarían para trasladar al personal de Salud Pública, trabajadores del Gobierno y otros servicios de primeras posiciones.
Transporte en Cuba
Ante la imposibilidad de ofrecer soluciones reales, el ministro echó mano de su discurso triunfalista en sus declaraciones a los medios:
“En medio de las circunstancias, apreciamos la voluntad de los transportistas artemiseños de buscar soluciones, identificar variantes, reorganizar, tomar medidas para aprovechar mejor lo que tenemos y al mismo tiempo, continuar levantando capacidades”.
Por otra parte, la Empresa Integral de Servicios Automotor (EISA) también informó recientemente que carecen de ambulancias y carros fúnebres por dificultades técnicas sin solución inmediata debido al deterioro de los equipos y la falta de partes y piezas disponibles.
Las propias cifras oficiales revelan que más de 40 mil personas residentes de la capital deben trabajar desde sus viviendas debido a la falta de transporte público para trasladarse hacia sus centros laborales