Desciende la población cubana en su mayoría rumbo a Estados Unidos. Cuba ha experimentado en solo dos años la crisis migratoria más grande de su historia, superando a otros picos importantes como la fuga de balseros por El Mariel o Camarioca.
Tanto la pandemia, como el declive del turismo o la llamada Tarea Ordenamiento impuesta por el gobierno cubano conllevaron a un nivel extremo de desesperanza en la nación caribeña.
Un propio reporte publicado por el medio The New York Times confirma que el Cuba existe una profundización de la pobreza que han desencadenado un éxodo significativo “desde que Fidel Castro llegó al poder hace más de medio siglo”.
Datos del gobierno estadounidense citados por el medio confirman que, durante el año pasado, casi 250.000 cubanos, más del 2% de los 11 millones de habitantes de la isla, emigraron hacia Estados Unidos. En su mayoría, ingresaron desde México por la frontera sur en una ruta que deriva desde Nicaragua.
Sumado a que los alimentos y productos de primera necesidad solo pueden adquirirse mediante una moneda extranjera enviada a tarjetas electrónicas, también escasean en la isla insumos médicos priorizados y hasta el combustible para cocinar.
Desciende población cubana rumbo a Estados Unidos
“La ola actual es notable, más grande que el éxodo del Mariel de 1980 y la crisis de balseros cubanos de 1994 combinados, hasta hace poco los dos eventos migratorios más grandes de la isla”, precisa The New York Times.
Por otra parte, miles de balseros fueron interceptados el pasado año fiscal en las costas de Florida y, desde octubre hasta la fecha, las cifras se acercan a los 3 mil migrantes, devueltos en su mayoría a la isla, según acuerdos entre ambas naciones.
Al respecto, los expertos vaticinan que la fuga masiva supone un peligro inminente para la estabilidad poblacional de Cuba. “Los números para Cuba son históricos, y todos lo reconocen”, dijo al diario un alto funcionario del Departamento de Estado.
Otros analistas del tema migratorio pronostican que Cuba pudiera convertirse en un país demográficamente envejecido en muy poco tiempo. Katrin Hansing, antropóloga de la Universidad de la Ciudad de Nueva York señala que “esta es la mayor fuga cuantitativa y cualitativa de cerebros que este país ha tenido desde la revolución. Son los mejores, los más brillantes y los que tienen más energía”.
Mientras el gobierno cubano culpa a Estados Unidos por el éxodo masivo, Washington toma medidas para garantizar una migración más ordenada de los cubanos y anunció recientemente la emisión de al menos 20,000 visas para el próximo año en su sede de La Habana.