En su discurso en la clausura del II Pleno del Comité Central de Partido Comunista de Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez aseguró que “no es lícito el llamado a la marcha” realizado por la plataforma Archipiélago.
El mandatario cubano aseguró que “no vamos a legitimar el accionar imperialista en la política interna, ni dar cauce a los deseos de restauración neocolonial que han acumulado algunos y que se refuerzan en situación de crisis”.
Asimismo, refirió que la marcha “no es un acto de civismo, es un acto de subordinación a la hegemonía yanqui”, negando, una vez más, las voces disidentes en Cuba.
Según sus palabras, que recoge el diario Granma, “tales acciones pretenden regresar al país a un tiempo histórico de subyugación, al cual nunca regresaremos”.
De tal manera, expresa a la vez que advierte, que “el país está organizado, tenemos un Partido fuerte, un Gobierno en perfeccionamiento, unas Fuerzas Armadas Revolucionarias y un Ministerio del Interior que forman parte del pueblo, con gloriosas historias y muy leales, y organizaciones de masas que están en renovación de su labor”.
Díaz-Canel considera que en Cuba “hay suficientes revolucionarios para enfrentar con inteligencia, con respeto y en defensa de nuestra Constitución, pero también con energía y valor, cualquier tipo de manifestación que pretenda destruir a la Revolución”.
Precisamente este fin de semana se volvió viral en Cuba un video donde el CDR #7 se prepara, palos mediante, junto a la Biblioteca Municipal de Cárdenas para el “el día territorial de la defensa”, bajo gritos de “Viva Fidel”, “Viva Díaz-Canel” y “Patria o Muerte, Venceremos”.
Mientras tanto, plataforma Archipiélago, que aboga “por una Cuba plural, con todos y para el bien de todos” ha asegurado en Twitter que “sus miembros han decidido marchar”.
“La respuesta del régimen demuestra una vez más que no existe en Cuba el Estado de Derecho, que no están dispuestos a respetar ni siquiera su propia constitución y que violan los Derechos Humanos de los cubanos”, añaden en un comunicado anterior.
Asimismo, afirman que al declarar ilícita la marcha “han dejado en ridículo al propio presidente del Tribunal Supremo quien dijo que Cuba respetaría el derecho a la manifestación.”