Cuba es un país tropical en la que el helado y la cerveza han sido siempre dos paliativos para el calor, siempre asequibles y abundantes durante décadas. ¡Ah! pero la situación dio un vuelco con el llamado ordenamiento impuesto por el gobierno y ahora pocas personas pueden permitirse el consume de este gustado postre.
A pesar de las tantas denuncias de cubanos en redes, los precios de los productos siguen incrementándose en la isla como mismo descienden las esperanzas de los cubanos de que algún día pueda mejorar la situación de miseria que agobia al pueblo.
Una simple bola de helado ha llegado a valer 120 pesos en un país en el que el salario medio no supera los 4 mil. Los más afectados con la inflación han sido los menores de edad y sus padres, que ya no hallan explicación convincente para hacerles comprender a sus hijos que cualquier confitura forma parte de un lujo impensable.
Precios del helado en Cuba
“Tomar helado no es nada del otro mundo, no es un lujo en ningún lugar, salvo el desierto”, ejemplifica el cubano Luis Lazo sobre la heladería del Hotel E Louvre de Matanzas donde la oferta de este refrigerio supera los 250 pesos.
“Nos tienen dormidos en los laureles opinando sobre una heladería con precios exorbitantes, cuando debería haber una en cada ciudad y pueblo del país. ¡Ay Cuba!”, lamentó más adelante en su publicación que fue comentada por decenas de usuarios con quejas similares.
La mayoría de estos negocios que venden helado a estos precios desorbitados pertenecen al propio estado cubano, que ha recurrido a la soya y otros productos sustitutos para fabricar el solicitado postre ante la escasez de leche.
La mayoría de los clientes de la referida instalación matancera sacaron sus cuentas: “Para que un niño se tome cinco bolitas de helado tiene que destinar por lo menos 500 pesos” y “Una familia de cuatro personas necesita 1000 pesos para ir a degustar esa deliciosa ensalada de las fotos. Todo un lujo”.