Además de la Covid 19, el dengue, la hepatitis y la leptospirosis, actualmente se presenta en Cuba un alza de otras enfermedades no trasmisibles como el sobrepeso y las asociadas al consumo desmedido de alcohol, como el alcoholismo.
Datos de una reciente Encuesta Nacional de Salud, puesta en práctica en el periodo 2018-2020 por el Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología de la isla revelan que “la población cubana presenta importantes problemas de Salud asociados a las enfermedades no transmisibles, cuyo comportamiento puede ser modificado si se cambian hábitos de vida”, según refirió el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, ante el Parlamento cubano.
La encuesta fue aplicada a 15 893 cubanos de 41 municipios y 7 217 viviendas. De ellos, 14 339 se encuentran en edad adulta y 1 554 son menores de edad. Los reportes de la investigación arrojaron que gran parte de la población cubana posee historial de várices, dolor lumbar crónico y artrosis y entre el 5% y el 9% de los entrevistados tienen antecedentes de hígado graso, dificultad para escuchar y artritis.
Alcoholismo y más en Cuba
Además, se detectaron altos valores de colesterol total y un incremento de los triglicéridos. Actualmente, en Cuba, ha habido un incremento de sobrepeso, diabetes, obesidad e hipertensión arterial debido, según el gobierno, al desmedido consumo de sal, un producto paradójicamente en falta en los mercados cubanos.
El diario oficialista Granma apunta que los cubanos beben menos de ocho vasos de agua en el día, y que solamente ingieren vegetales y frutas entre tres y cuatro veces por semana, aunque no se refieren a las causas reales de estas privaciones alimentarias que son los altos precios que estas alcanzan en el mercado “por cuenta propia”.
También ha habido un despunte significativo de alcoholismo y tabaquismo a raíz de la pandemia, debido, en cierto modo, a condiciones de ansiedad o desesperación producto del confinamiento, según advertido los sicólogos.
Las cifras analizadas apuntan a que el 78% de estas personas comenzó el consumo de tabaco antes de los 20 años y que el 68% comenzó a consumir alcohol entre los 10 y 19 años. Además, que seis de cada diez personas que fuman en Cuba quisieran dejar de hacerlo, posiblemente por los altos precios que alcanzan los cigarrillos y no por una percepción de riesgo real.
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