Una reducción de la tasa de mortalidad infantil en Cuba, de 7.5 a 7.1 por cada mil nacidos vivos, fue anunciada este 3 de enero por el Ministerio de Salud Pública del gobierno cubano (MINSAP).
Catherine Chibás Pérez, responsable nacional del Programa Materno Infantil (PAMI), dijo que en 2023 murieron 74 niños menos que en 2022.
Seis provincias tuvieron índices inferiores al promedio nacional, siendo Pinar del Río la de mejor desempeño con 3,1, seguida de Artemisa con 3,9, Holguín con 4,7, Sancti Spíritus con 4,8, Villa Clara con 5,7 y Matanzas con 6,9.
Las provincias con peores resultados fueron Mayabeque con 9,1, Guantánamo con 9,0, Santiago de Cuba con 8,0 y La Habana con 7,9.
Sin embargo, la cifra de 2023 representa un aumento del 82% respecto a 2018, cuando hubo 3,9 fallecidos por cada mil nacidos vivos
Las principales causas de muerte fueron las afecciones perinatales, asociadas al bajo peso al nacer, la prematuridad y el retraso del crecimiento intrauterino, así como las malformaciones congénitas y la sepsis adquirida.
Crisis sanitaria y mortalidad infantil
Estos datos se dan a conocer en un contexto de crisis generalizada del sistema sanitario cubano y de varios casos de muertes infantiles en hospitales de la isla en 2023.
En febrero pasado, el oficialismo sancionó administrativamente a decenas de funcionarios del sector sanitario y a trabajadores involucrados en el fallecimiento de diez recién nacidos en enero de 2023 en un hospital materno de La Habana.
Según una nota oficial, una Comisión Nacional creada para investigar el hecho ocurrido en el Hospital Ginecobstétrico Universitario Diez de Octubre, conocido como Hijas de Galicia, determinó la existencia de un brote de infección.