¿Escasez de limas en Cuba? Los productores de carbón en Santiago de Cuba han debido recurrir a “alternativas” para afilar sus instrumentos de trabajo ante la escasez de limas en el país.
Los cortadores de marabú en este territorio oriental deben darle filo a las mochas y machetes con piedras y zumo de naranja.
Un reporte del medio digital oficialista Sierra Maestra reconoce que la producción de carbón ayuda a paliar la crisis de gas licuado y electricidad en las casas santiagueras.
Sin embargo, la principal dificultad que atraviesan los trabajadores de la Empresa Forestal Gran Piedra-Baconao es la ausencia de insumos para cumplir los planes previstos.
Según explicó un funcionario de la entidad, solo se ha logrado este año un poco más de 50 % de la cantidad estimada de carbón para el mercado externo, “por dificultades con algunos materiales de trabajo, dígase de las limas planas para el afilado de los medios básicos como el machete y las mochas, ante lo cual ya se está empleando la piedra y el zumo de naranja agria como solución; y la falta de sacos para su recogida y traslado”.
Escasez de limas en Cuba
El artículo de Sierra Maestra precisa que las llamadas “Noches Santiagueras”, una especie de feria comercial, se mantienen gracias al carbón producido en esta empresa que vende cada sábado más de 400 sacos a la población. También hacen entrega a panaderías, círculos infantiles y otras áreas de servicio gastronómico.
“Las producciones de carbón y madera en estos tiempos son una necesidad creciente ante las dificultades económicas que vive el país. Necesidad por la cual la empresa labora de la mano de estas alternativas”, explicó a la prensa Jorge Luis Maturell López, Director Técnico Productivo de la Empresa.
De acuerdo con el medio citado, la “Forestal Gran Piedra-Baconao” también produce madera para sarcófagos y entrega al mercado santiaguero viandas, hortalizas, frutas, caldosa, puerco asado y ovejo o chivo para las noches de los sábados.
Además, ante la escasez de carbón, venden leña de marabú empaquetada para los moradores de localidades cercanas que la usan para cocinar ante el déficit energético.