¿Harina de yuca? Sí, Cuba se ha insertado al “boom” de la siembra de yuca, sostiene un artículo del periódico Invasor que resalta las “propiedades” del tubérculo y la necesidad imperativa de cultivarla para incorporarla a la industria, el consumo animal y el forraje.
“Sin dudas, tenemos una nueva reina en los campos”, subraya el medio y explica que la yuca ocupa el 42 por ciento de las hectáreas de cultivos varios en la isla, solo superada por el maíz y por delante de otros como el plátano o la malanga.
Especialistas entrevistados por el diario avileño reafirman la pertinencia de poblar los campos de Cuba “con una vianda que desde el casabe aborigen ha formado parte de nuestra cultura culinaria”.
Sin embargo, la yuca no solo será trasladada a los mercados, también está siendo utilizada para fabricar harina, ante el aumento de los precios del mercado mundial de trigos y cereales y la dependencia de las importaciones en el país.
“La receta de harina de yuca era ya un ingrediente archiconocido. Lo nuevo sería el intercambio de experiencias para que se obtuviera con la calidad requerida”, anuncia la nota del medio y agrega que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, la declaró el año pasado como “el alimento del siglo”.
Harina de yuca: Cuba
Para obtener la harina de la yuca, según Jesús Rodríguez Mendoza, funcionario de la agricultura, “no se puede cortar como quiera, la superficie para el secado debe ser uniforme porque un trozo que no se seque bien, echa a perder el resto; es como la papa podrida en el saco”.
Otra directiva de la industria precisó durante el conversatorio sobre la “harina de yuca” que se le debe quitar solo la cascarilla y dejarle su cáscara blanca, pues ahí conserva buena parte de su almidón, estimado en un 90 por ciento.
Actualmente, en varias provincias de Cuba están usando la harina de yuca en sustitución de la de maíz para fabricar galletas y el pan liberado hasta en un 20 por ciento en la mezcla.