La bolita es un juego de azar muy popular en Cuba, y como cualquier otro juego de azar, no hay una fórmula mágica para ganar.
Se dice que desde mucho antes del triunfo de la “Revolución” muchas personas lo practicaban y que incluso llegaron a comprarse propiedades gracias a su suerte. Varias fuentes bibliográficas aseguran que la bolita tiene como precedente la Charada China, también conocida como Rifa Chiffá.
Esta charada cubana se introdujo en la isla con las oleadas migratorias de chinos hacia Cuba en el siglo XIX, aunque el juego asiático solo tenía 36 números y la bolita cubana cuenta con cien.
Uno de los elementos llamativos de este juego es que los cubanos nombran cada dígito con un determinado animal u objeto.
Por ejemplo, el número uno está representado por el Caballo y se asoció en el lenguaje popular con la figura de Fidel Castro. El cinco es La Monja, el ocho es el muerto, el doce es mujer mala y así sucesivamente hasta llegar al cien, que se asocia a Dios o a un vehículo.
Debes conocer que la práctica de la bolita quedó prohibida y sancionada por el Código Penal con hasta cuatro años de cárcel.
En Facebook hay varios grupos que reúnen a miles de personas que se interesan por el juego. Uno de ellos es “La Bolita cubana”, con más 1 millón de miembros. Allí, se publican en tiempo real los resultados, las adivinanzas, debates y pronósticos.
¿Cómo ganar la bolita en Cuba?
Como mencionamos anteriormente, no hay fórmula mágica. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes tener en cuenta si decides jugar:
- Juega con responsabilidad: No juegues más dinero del que puedas permitirte perder.
- Conoce las reglas del juego: Asegúrate de entender cómo funciona el juego y cuáles son las probabilidades de ganar antes de jugar.
- No confíes en supersticiones: Muchas personas creen en supersticiones o trucos para aumentar sus posibilidades de ganar, pero la verdad es que el resultado del juego es completamente aleatorio y no hay nada que puedas hacer para influir en él.
Recuerda que el juego puede ser adictivo y puede tener consecuencias negativas si no se juega con responsabilidad.