¿Hay un huelguista en La Habana? La Dirección Provincial de Salud de La Habana divulgó este fin de semana información oficial al respecto del ciudadano Luis Manuel Otero Alcántara.
Allí confirman que Otero refiere una inanición voluntaria (huelga de hambre y sed) y que arribó en transporte sanitario, en estado consciente, y caminando sin dificultad al Calixto García de la capital cubana. O sea, sí había una huelguista en La Habana, en el barrio pobre de San Isidro.
El llamado líder del Movimiento San Isidro (MSI), Luis Manuel Otero Alcántara, de 33 años, llevaba una semana sin comer ni beber en su casa, según refieren medios internacionales, como el diario español El País.
¿Qué pedía Otero? Básicamente que cesara el cerco policial en torno a su casa en la Habana Vieja, que es la sede del MSI, y le devolvieran varias obras de arte que le fueron embargadas. De estas dos situaciones hay varias evidencias visuales.
El MSI es un pequeño grupo integrado por opositores, activistas y artistas independientes contestatarios al gobierno de Díaz-Canel. Ellos usan las redes sociales para difundir su mensaje. Para el gobierno cubano son simples “mercenarios al servicio de Estados Unidos”. Un discurso que utilizan una y otra vez.
El MSI
Desde hace meses, los principales integrantes del MSI han sido objeto de detenciones arbitrarias (normalmente de horas) o impedidos de salir de sus casas, mientras la televisión oficial los acusa sistemáticamente de participar en un plan de “subversión ideológica”.
El cardenal de La Habana, Juan de la Caridad García, envió a su canciller, Ramón Sánchez Polcari, al domicilio de Alcántara para pedirle, sin éxito, que depusiera la huelga.
Tras la visita dijo que no logró convencerlo y que vio a Alcántara “firme en su decisión” de proseguir con la huelga de hambre. Este domingo el líder del MSI fue trasladado por las autoridades al hospital Calixto García de La Habana. La televisión cubana lo transmitió.
Tras el ingreso de Alcántara en la instalación hospitalaria, la embajada de Estados Unidos en Cuba se pronunció a favor del activista y expresó su preocupación por su salud.
La subdirectora general para Estados Unidos de la cancillería cubana, Johana Tablada, respondió horas después en Twitter al mensaje de la embajada estadounidense, indicando que resulta “penosa” la “preocupación engañosa.