Los cubanos han logrado emigrar y fundar empresas exitosas en el exilio. Tal es el caso de una doctora que pudo continuar su profesión en Israel y hasta tener su propia clínica privada.
La mujer se nombra Doreinis Torres Martínez quien administra hoy su hospital familiar en la localidad de Beit Arif donde reside. Sin embargo, no fue nada fácil salir de Cuba ni conseguir el éxito.
Un diario de este país entrevistó a la cubana que escapó de la nación caribeña y se embarcó en un nuevo viaje en Israel, inicialmente trabajando como ama de llaves. Tiempo después y gracias al apoyo de su empleador, encontró su camino de regreso a su vocación y ahora prospera como una médica dedicada.
“Elegí la medicina porque deseaba ayudar a otros y proporcionar tanta curación como pudiera”, explica la doctora de 41 años quien se enamoró siendo muy joven de un turista israelí, 19 años mayor que ella, una relación que mantuvo a distancia y principalmente a través de conversaciones telefónicas.
Sobre su decisión definitiva de dejar el país contó: “Me quedó claro que no tenía futuro en Cuba. Mis aspiraciones como médico parecían inalcanzables allí. A la edad de 25 años, sin que mis padres se dieran cuenta, orquesté mi escape a Israel. En el fondo, sabía que, si hubiera confiado en ellos, no me habrían permitido dejar todo atrás y embarcarme en este viaje”.
Doctora cubana triunfa en Israel
Esta cubana partió de la isla como muchos otros, atravesando el mar en una balsa precaria con unos contrabandistas. Cuenta que fue un viaje desgarrador que abarcó cuatro días agonizantes sin comida y con muchos temores de lo que estaba por suceder.
“En mi mente, me imaginé un lujoso yate, anticipando una breve espera hasta llegar a nuestro primer destino: los Estados Unidos. Mientras tanto, lidiaba con un miedo profundamente arraigado, sabiendo muy bien que carecía incluso de las habilidades de natación más básicas”.
Una vez en Estados Unidos, la cubana pudo viajar a Israel donde contrajo matrimonio con su actual esposo y se inició en el judaísmo. La pareja tiene dos hijos en común, unos gemelos de diez años: “Ni siquiera puedo expresar la magnitud de lo que soporté para llegar a esta tierra. Desde que salí de Cuba, nunca he regresado. Mis padres pueden ir y venir, pero mi camino está en otra parte”.
Hoy, Torres Martínez es especialista en medicina familiar y pediátrica y administra la Clínica General Lev Shoham cerca de su casa en Beit Arif.