La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) de Cuba ha confirmado que la inflación interanual en el mercado formal alcanzó el 33,17% en marzo de 2024, una leve alza en comparación con febrero (32,08%).
Si bien estas cifras oficiales solo reflejan el sector formal, la realidad en el mercado informal, donde la mayoría de la población cubana adquiere sus productos básicos, es mucho más cruda.
La ONEI, por su naturaleza, no ofrece datos sobre el mercado informal, donde la escasez y la falta de regulación disparan los precios a niveles exorbitantes.
Los economistas independientes estiman que la inflación real en Cuba supera con creces el 33%, ubicándose entre el 100% y el 200%, lo que significa que el “cubano de a pie” está viendo su poder adquisitivo seriamente erosionado.
Los sectores más afectados por la inflación en marzo fueron:
- Transporte: 47,95% (impulsado por el aumento del 400% en el precio del combustible)
- Restaurantes y hoteles: 41,01%
- Alimentos y bebidas no alcohólicas: 36,80%
- Bienes y servicios diversos: 23,66%
En todas las categorías se observaron subidas interanuales, la mayoría con tasas de dos dígitos. Esta situación, sumada al estancamiento de los salarios, ha generado un empobrecimiento masivo en la población, tal como advirtió el economista cubano Pedro Monreal a finales del 2023.
Monreal también criticó la política económica actual del gobierno cubano, calificándola de inefectiva. El economista señaló que la ausencia de una “espiral salarios-inflación” en Cuba, como indica la ONEI, no se debe a un control efectivo de la inflación, sino al rezago salarial frente al aumento desmedido de los precios.
En este contexto, Monreal plantea el aumento de los salarios como una alternativa para combatir la pobreza. Sin embargo, implementar esta medida sin resolver los problemas de fondo que generan la inflación, como la escasez de oferta y la ineficiencia del sistema económico, podría generar un círculo vicioso de mayor inflación.