Más de 380 empleados de la petrolera rusa Rosneft aterrizaron este fin de semana en el aeropuerto de Varadero, marcando el inicio de la temporada de “turismo de élite” para la compañía. El vuelo inaugural, operado por la aerolínea rusa Nordwind, trajo consigo a trabajadores y sus familiares, quienes disfrutarán de las instalaciones hoteleras del régimen cubano.
Tres vuelos más están programados para los próximos meses, mientras que otros cuatro se esperan para el próximo otoño. Havanatur, la agencia receptiva oficial de Rosneft en Cuba, se encarga de la logística, alojamiento, actividades y excursiones para estos visitantes.
Desde hace más de 10 años, Havanatur y Rosneft han colaborado en programas de turismo empresarial corporativo, con el objetivo de “fomentar el bienestar y la calidad de vida” de los trabajadores de la petrolera.
Mientras los trabajadores cubanos no tienen acceso a estos hoteles, debido a sus precios prohibitivos, Rosneft ofrece a sus empleados “programas de bienestar” que incluyen:
- Actividades al aire libre
- Visitas a lugares de interés
- Acciones de protección ambiental
Rusos en Varadero. No hay cubanos que puedan pagarse estos hoteles
El turismo de élite de Rosneft se presenta como una oportunidad para la reactivación del turismo cubano, en medio de una de sus peores crisis. En junio de 2023, el viceministro primero de Relaciones Exteriores del régimen cubano, Gerardo Peñalver Portal, mencionó la posibilidad de que los trabajadores de Rosneft también realizaran “turismo de salud” en la isla.
Este tipo de turismo ha generado controversia, ya que expone la desigualdad entre los trabajadores cubanos y los extranjeros que visitan la isla. Los cubanos no solo no pueden acceder a estos hoteles, sino que tampoco tienen la posibilidad de disfrutar de las playas y el sol de Varadero, principal polo turístico del país.
La llegada de los trabajadores de Rosneft a Cuba es un recordatorio de la dependencia del régimen cubano del turismo extranjero y de la creciente desigualdad que existe en la isla.