Numerosos cubanos han criticado la nueva estipulación del gobierno de Cuba, donde se estableció un “procedimiento para el sacrificio y consumo de las carnes de vaca de los autoconsumos” en la isla. Muchos cubanos sugieren que si uno pasa el trabajo de criar el animal, tendría que tener el derecho de consumirlo cuando quisiera sin tanto burocratismo.
Entre los requisitos a cumplir para poder efectuar el sacrificio del ganado se encuentra que el rebaño hembra no debe decrecer en comparación con el cierre del año anterior. Además, los animales a sacrificar tienen que proceder solo de sus rebaños.
Explican desde el gobierno que se deben sacrificar —en el caso de las hembras— solamente las novillas y vacas de desechos autorizadas por las autoridades competentes, de acuerdo con los índices de extracción.
“Mientras tenga que existir un procedimiento para el sacrificio y consumo de las carnes de ganado vacuno dictado por el estado, jamás recuperaremos la ganadería en nuestro país”, dijo un usuario al medio oficialista Cubadebate.
Burocratismo para comerse una vaca en Cuba
“Pienso que quien pasa trabajo criando una vaca tiene el derecho a comerla cuando lo estime conveniente y el Estado no tiene que involucrarse en ese asunto”, decía otro usuario cubano en redes sociales.
Otro agregaba que “ese decreto es más extenso que los animales que tenemos. Este burocratismo es parte de la empresa estatal socialista. Este año no alcanzarán los niveles de papel para imprimir tantas leyes y decretos creadas”.
“Lo único que faltó es el consentimiento firmado del animal a sacrificar. Seguimos con la eterna burocracia”, concluía otro.
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Alfabetice, unos de mis alumnos era carbonero y poseía permiso para cortar leña en un potrero privado. Cortando la rama de un algarrobo, esta cayó sobre una res, los vecinos acudieron para salvar la res, está estaba lisiada, no podía recuperarse. Entonces vino el dueño y ante tal escenario pidió $55 (pesos) por la res. Sin la intervención de la burocracia todos los vecinos comieron carne de res, yo también! Qué sencillo!