La vida de los cubanos se torna cada día más difícil y el futuro mucho más incierto. La inflación, los altos precios y las carencias han llegado a tal extremo que si se realizara una encuesta a la población, un porciento bastante elevado diría que prefiere emigrar a cualquier otro país en lugar de quedarse en la isla padeciendo tanta miseria.
Las cifras de recién llegados a Estados Unidos por tierra este año que culminó, los balseros interceptados en el mar, o los miles de jóvenes que partieron en busca de mejores horizontes confirman que la fuga masiva desde la nación caribeña no se detiene.
“La mejor opción es huir de aquí”, ratifica un cubano entrevistado por Diario Las Américas y agrega: “Pa’ donde sea, Estados Unidos, Uruguay, Serbia o España. Da igual. Si el presente de Cuba da miedo, el futuro espanta. Lo peor está por llegar, hay que largarse de esta locura”.
Este hombre, dedicado a los llamados “juegos ilícitos” confirma que antes el dinero tenía valor, pero lo que gana apenas le alcanza para mantener dignamente a su familia.
“Es mejor fregar platos en Miami que tener millones de pesos en Cuba”, espeta sin reparos Norberto que asegura que emigrar es su única opción.
A pesar de que trabajar como cuentapropista en este país puede llegar a aportar mayores dividendos, también el sector privado se ha visto afectado en los últimos años por las trabas que les impone el gobierno.
Un emprendedor de La Habana llamado Osmany coincide con Norberto en que “el futuro de Cuba es indescifrable” y asegura los gobernantes han demostrado incapacidad para generarle prosperidad a su pueblo: “En 2023 me piro. Bye, bye, que para luego es tarde”.
Cubanos quieren emigrar
Los propios economistas que estudian la realidad cubana confirman que algunos emprendimientos particulares se enfocan en hacer dinero en el país para luego emigrar.
Y es que las medidas impuestas por el estado cubano, incluidas las elevadas tasas de impuestos y la ausencia de una red de mercados mayoristas, no hacen más que frenar las inversiones de estos negocios privados.
“¿Qué futuro puedo tener en un país donde una profesional como mi madre no le alcanza el salario ni para comer ni para comprarse una muda de ropa?”, se pregunta un albañil cubano llamado Maykel.
Otra estudiante universitaria dijo en entrevista que está dispuesta a “lo que sea” para salir del país.“Estoy abierta a cualquier opción. Incluso, si tengo que marcharme por la ruta de los volcanes y comenzar de cero en Miami. En Cuba no tengo futuro. Ya estoy cansada del teque y las falsas promesas del gobierno. Este sistema no funciona”, concluye la joven.