Aunque desde hace años los cubanos tienen permitido ingresar a instalaciones turísticas, algo que antes del gobierno de Raúl Castro era penalizado, los altos precios de estas instalaciones resultan totalmente inaccesible para cualquier trabajador.
La llamada tarea ordenamiento fue el detonante de la subida de precios de todos los productos y servicios en la isla sumado a la dolarización de la propia economía impulsada por el presidente Miguel Díaz Canel. Tampoco las cadenas hoteleras están exentas de la marcada inflación y ahora anunciaron sus “nuevas ofertas” de paquetes para cubanos.
En Cuba las cosas funcionan bajo el precepto de “lo tomas o lo dejas” y serán muy pocos los que podrán permitirse pagar los precios dispuestos por Havanatur.
En la playa de Varadero, por ejemplo, una noche en un “todo incluido” llegará a costar miles de pesos por persona, lo que significa que una pareja tendría que invertir el salario conjunto de casi un año para poder pasarse un día en estos resorts.
De acuerdo con las nuevas tarifas, el Hotel Iberostar Selection Varadero valdrá desde 39.120 CUP por noche por habitación; el Hotel Iberostar Taínos desde 21.600 pesos; el Hotel Iberostar Daiquirí desde 17.760 CUP y el Hotel Iberostar Bella Costa costará 16.560,00 pesos por noche por habitación.
Miles de pesos cuesta una noche en un hotel cubano
Para colmo, la mayoría de estas instalaciones mencionadas ni siquiera ostentan la categoría cinco estrellas y personas que los han visitado en los últimos meses confirman que la oferta gastronómica deja mucho que desear.
La mayoría de los usuarios se molestaron con la publicación de Havanatur y razonaron que cualquier trabajador con un salario mínimo en otros países latinoamericanos al menos puede permitirse un fin de semana de vacaciones con sus familiares. “Cada día nos aprietan más la soga”, comentó un internauta.
“Esas ofertas son para el turismo”, dijo otro. “No para un pueblo trabajador que lucha con la inflación de una economía inestable, que no tienen confluencia salario y precios. De verdad. Qué manera más sutil, sublime, descarada de jugar con la salud mental de una persona que depende de un salario”