El Gobierno cubano ha anunciado un paquete de medidas económicas que, según el viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, buscan “corregir distorsiones para reimpulsar la economía”, basándose en las opiniones del pueblo.
Gil Fernández explicó el miércoles en el programa de televisión Mesa Redonda los principales aspectos de este plan, que implicará el aumento del precio de algunos servicios básicos, entre otros cambios.
El funcionario afirmó que las medidas responden a las críticas de los habitantes del país a la situación que viven, y que el Gobierno ha escuchado.
“Las presiones son muy fuertes contra nuestra economía y nuestro pueblo”, dijo el gobernante, quien señaló que lo primero que se va a “corregir” es la libreta de abastecimiento. “Hay un criterio en la población de que estamos manteniendo esos productos a todas las personas, por lo que no es equitativa ni justa”, manifestó.
Otro tema que abordó Gil Fernández fue el del combustible. “Nuestra propia población nos pregunta y nos dice: ¿puede el país mantener el precio de los combustibles, que quizás sean los más baratos del mundo? ¿Hasta cuándo es sostenible eso? ¿Y quién lo paga?”, preguntó.
Además, Gil Fernández mencionó que hay “estados de opinión referentes al funcionamiento de las MIPYMES”.
Por eso, destacó que las medidas no son una cruzada contra las formas no estatales de la economía, sino de introducir “correcciones a su funcionamiento (…) para bien del funcionamiento económico del país”.
El funcionario resumió que el objetivo del plan es “aumentar el papel del Estado como ente regulador de la economía”, y negó basado en ello que se trate de un “ajuste neoliberal”.
“No estamos hablando de más privatización; hablamos de fortalecer la empresa estatal socialista, de regular precios (…) todo esto tiene un carácter socialista”, aseguró.