El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, y el embajador en Moscú, Julio Garmendía Peña, han emitido declaraciones contradictorias sobre la participación de ciudadanos cubanos en el conflicto en Ucrania.
Rodríguez Parrilla afirmó en la red social X que el gobierno cubano “es contrario a la participación de ciudadanos cubanos en cualquier conflicto, contra el mercenarismo y contra la trata de personas”.
Por su parte, Garmendía Peña dijo que Cuba “no tiene objeciones a la participación legal de sus ciudadanos en el Nuevo Orden Mundial”.
La declaración de Garmendía Peña se produjo tras la detención de 17 personas vinculadas a una red de reclutamiento de cubanos para combatir en Ucrania.
También expresó: “No tenemos nada en contra de los cubanos que solo quieren firmar un contrato y participar legalmente con el Ejército ruso en esta operación”, pero aseguró que “nos oponemos a la ilegalidad y a estas operaciones, que no tienen nada que ver con el ámbito legal”.
El Código Penal cubano define el mercenarismo como el acto de “incorporarse a formaciones militares, o empresas militares privadas, integradas total o parcialmente por individuos que no son ciudadanos del Estado en cuyo territorio se proponen actuar, con el fin de obtener el pago de un sueldo u otro tipo de retribución o beneficio personal”.
Cubanos en Ucrania
El delito de mercenarismo es punible con una sanción de privación de libertad de diez a 30 años, privación perpetua de libertad o pena de muerte.
Las declaraciones llegan cuando se difunde el video de un presunto soldado cubano capturado en Ucrania.
“¡Oye chico, qué cosa más grande caballero! Así se llevan al primer cubano capturado en Ucrania de prisionero de guerra junto a un militar invasor ruso. Sus derechos serán respetados, pero cabe preguntar ¿Por qué, cómo y pa’ qué vino desde Cuba a Rusia a invadir un país soberano?”, se lee en el mensaje del perfil de Twitter del Batallón Bolívar.