Varios cubanos se quejaron en redes del alto precio del pan en Cuba, un alimento indispensable para los desayunos y meriendas de ancianos y niños en edad escolar.
Es harto conocida la ausencia de galletas y otros derivados del trigo, que desaparecieron hace más de dos años del mercado estatal cubano.
Fue la cubana Yordanka Battle Moré desde La Habana quien “encendió la chispa” en un grupo de Facebook utilizando como ejemplo que una pareja de jóvenes de 35 años, profesionales, con entrada salarial de 13 000 pesos entre los dos tendrían que invertir una buena parte de su sueldo para garantizarles el pan a sus hijos, de 8 y 10 años.
“Supongamos: Que compran cada semana dos paquetes de pan de 280 pesos para reforzar la merienda de sus niños (para ellos no). 280 pesos por dos niños son 560 pesos semanales. 560 pesos semanales por 4 semanas son 2240 pesos al mes solo en pan. Sin echarle nada adentro, y sin contar el jugo o refresco para merendar”, ilustró la mujer.
Más adelante agregó que todo este gasto sería sin tomar en cuenta que “una criatura se enferme, que un equipo eléctrico se te rompa, que haya que pagar el arreglo del motor del edificio. Eso sin contar el resto de los alimentos que hacen falta para la familia. Ni soñar con pintar la casa o cambiar los muebles. Si a mitad de curso se rompe un zapato o la mochila, un problemón”.
Precio del pan en Cuba
Finalmente, la cubana se preguntó si realmente existía seguridad alimentaria en el país, a lo que varios internautas comentaron con su propia experiencia.
“La semana pasada gasté en pan solamente 1360 pesos en tres días y tengo una niña de 14 años. Desayuno y tres meriendas, dos a la escuela y una al regreso. ¡Y encontré pan! Porque tres días de este gasto, ya que no apareció pan después y tuve que comprar pizza por dos días 150 cada una”, lamentó la usuaria Aurora Mayo.
Otros cubanos comentaron que muchas familias ni siquiera pueden permitirse comprar pan adicional para sus hijos porque el salario apenas les alcanza, y espetaron que no se trata de inestabilidad alimenticia, sino de desamparo alimenticio por parte del gobierno.