El reciente aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Cayo Hueso de dos pilotos de Cuba a bordo de un ala delta con motor ha provocado el asombro y compasión de la comunidad de exiliados en Estados Unidos que han pedido que no los deporten a la isla.
Los “balseros del aire”, como fueron reconocidos por muchos medios locales fueron identificados como David López Alfonso e Ismael Hernández Chirino. Ambos volaron desde la costa de la provincia de La Habana, pero ahora se enfrentan a una posible devolución a la nación caribeña.
La propia hermana de Ismael, comentó a la cadena Telemundo que ni siquiera sabían lo que estaban planeando y suplicó a las autoridades de EE.UU. que los dejen permanecer en este país, tomando en cuenta el riesgo que implicó el propio viaje.
Luego de un trayecto de dos horas los pilotos aterrizaron a menos de 160 km de Cuba y fueron detenidos inmediatamente por la patrulla fronteriza. Mientras tanto, las autoridades oficiales de la isla se han referido a los dos hombres como “pilotos desertores” y prácticamente los acusaron de haber robado la nave.
Pilotos de ala delta de Cuba a EE.UU
Este equipo usado para emigrar a Estados Unidos tenía por matrícula CU1619 y prestaba servicios en el sector del turismo en la modalidad de deportes aéreos en el polo turístico de las playas del Este, en La Habana.
“Ellos hacían vuelos comerciales para el turismo y con algunos cubanos que podían pagarlo”, agregó Laura Hernández Chirino a Telemundo.
El gobierno cubano refirió que este hecho está tipificado violación del espacio aéreo cubano por lo que ambos pudieran enfrentar condenas si fueran devueltos a Cuba.
“Si a ellos los regresan, el problema que se van a buscar no tiene palabra, no se compara con nada. El problema que se van a buscar va a ser gigantesco, no van a poder ser nadie más nunca en su vida”, precisó la mujer que implora que las autoridades migratorias le ofrezcan asilo en Estados Unidos.