Un juez del Distrito de Columbia de los Estados Unidos absolvió a Alexander Alazo Baró de los cuatro cargos que se le imputaban por disparar contra la embajada de Cuba en Washington D.C. durante la madrugada del 30 de abril de 2020.
El tiroteo y la condición mental de Alazo
Alazo, un hombre de origen cubano residente en Estados Unidos desde 2010, disparó 32 balas de un fusil semiautomático AK-47 contra la embajada. El incidente no causó daños personales y los daños materiales fueron leves, limitándose a la rotura de cristales.
La defensa de Alazo argumentó que el acusado padece de demencia, una condición mental que le impedía comprender la gravedad de sus actos. Esta argumentación se basó en un informe conjunto de la Fiscalía y la defensa que concluía que Alazo no estaba en posesión de sus facultades mentales al momento del tiroteo.
Reacción del gobierno cubano
El gobierno cubano expresó su profunda preocupación por la absolución de Alazo, calificándola como un “mensaje peligroso de impunidad” para quienes ataquen sedes diplomáticas.
Las autoridades cubanas también criticaron la política hostil del gobierno estadounidense hacia Cuba, la cual, según ellos, incita a la violencia y el odio contra la isla.
Consecuencias de la absolución
La absolución de Alazo ha generado controversia y debate en ambos países. Algunos sectores la ven como un acto de justicia, mientras que otros la consideran una peligrosa señal de tolerancia hacia la violencia contra las misiones diplomáticas.
Es importante destacar que:
- La decisión del juez se basa en la condición mental de Alazo al momento del tiroteo.
- El gobierno cubano ha condenado el ataque y ha pedido que se haga justicia.
- La absolución de Alazo ha generado reacciones encontradas en ambos países.