La escasez de harina de trigo en Cuba ha provocado que en muchas panaderías estatales utilicen “alternativas” para fabricar el pan normado que se vende a la población mediante la libreta de abastecimiento.
Si antes el producto no contaba con la calidad requerida, ahora les llega a los cubanos en peores condiciones, con mal olor, sabor y “más duro que un palo”, según han denunciado los afectados en redes sociales.
“Empeoró la calidad del pan precisamente por la falta de harina, porque están utilizando harina de boniato, mezclas que en pocos minutos de adquirido el alimento ya tiene un sabor ácido y prácticamente no se puede comer, esa es la realidad”, reportó el periodista independiente Vladimir Turró a Radio Televisión Martí.
El propio reveló que en Sancti Spíritus se reportaron problemas digestivos en la población por el consumo del pan normado: “Me estaba diciendo un panadero que también usan la paja de arroz. La trituran y la hacen un polvo, y usan esa liga.
El producto final se desmorona en las manos. Es algo que no se lleva al turismo, ni tampoco lo comen los dirigentes de este país”, denunció el comunicador Adriano Castañeda.
El pan en Cuba está en pésimo estado
Sobre los ingredientes del pan normado otros cubanos precisaron que le incluían cáscara de trigo triturada, producto utilizado para alimentar a los cerdos y que posee un aspecto desagradable.
“No puedes reclamarle a nadie, porque cuando vas a la bodega la administradora te dice que eso fue lo que mandaron, y tiene razón”, argumentó al medio el habanero Vladímir Ríos Cruz.
“Es un pan de muy mala calidad, confeccionado con harina de yuca, de boniato y también de maíz”, señaló por su parte el activista y cuentapropista Vladimir Martín Castellanos desde Las Tunas.
“Es un pan con fetidez (…). No es un alimento que cumple con los parámetros sanitarios para que lo consuman los niños, y para que coman las personas”, aseguró también Yoel Espinosa Medrano.
Los propios medios oficiales han admitido en varias ocasiones que se han utilizado otros componentes naturales en la elaboración del pan “de la bodega” ante la crisis con la harina de trigo, como la yuca, el boniato y hasta la moringa.