En Cuba la felicidad dura muy poco. Si en el mes diciembre que recién termina se redujeron notablemente los apagones, ahora las autoridades del país han anunciado que pudieran retomarse en los primeros cuatro meses de este año debido a reparaciones “impostergables” en el sistema.
La Unión Eléctrica explicó en un comunicado que se “implementará un Programa Intensivo de mantenimiento en bloques considerados puntales del Sistema Nacional” y el propio ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, dijo en entrevista con la prensa nacional que “van a coincidir varios mantenimientos en algunas unidades, sobre todo en febrero”.
La prensa oficial de la isla asegura que en diciembre no hubo apenas afectaciones por déficit energético en horario pico, solamente de “44 minutos” en la noche. “Se sirvieron las cargas que necesitó el país”, precisa un reporte del Canal Caribe. “Cero apagones en Cuba”, agrega el periodista.
Pero el 2023 trae una temporada de suplicio: desde el 5 de enero y durante 10 días, la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes de Cienfuegos saldrá del Sistema y su unidad 4 se someterá a reparaciones por 90 días. También a la unidad 1 de Felton habrá que procurarle “nuevas intervenciones”.
Vuelven los apagones a Cuba
Para colmo de los males explican que se aplicará una “estrategia” de enero a abril, ya que se tratan de los meses supuestamente más fríos, por lo que suponen que exista una reducción del consumo energético.
“Estamos estimando que se pueden dar horas de afectación. Ahora, con una ligera diferencia respecto al año anterior, que coinciden con una reanimación de la economía”, apuntó el funcionario.
Sin embargo, el ministro precisa que ya no serán apagones de más de 12 horas: “Eso no estaba previsto cuando estábamos con 10 y 12 horas de apagón, ahora estamos hablando de unos niveles de afectación que pueden ser de dos horas o tres horas. Y no a todo el mundo y no a todas las provincias. Si en ese día hay una salida de una unidad grande, habrá afectación”, detalló la fuente.
Normal era de esperar la felicidad en casa del pobre dura poco