Yamil Rivalta, el torpedero capitalino, que todavía se mantiene en activo con Industriales, en Series Nacionales de la pelota cubana, también fue un “naranja” de pies a cabeza en una ocasión.
Cuando era un joven de 22 años, allá por el 2014, y aún buscaba su lugar en el béisbol cubano, Rivalta se puso el traje anaranjado de los “Leopardos” de Villa Clara.
Rivalta, empezó con los Industriales, pero cuando desaparecieron los Metropolitanos, se quedó sin equipo. Entonces se fue a Artemisa, donde jugó hasta que le tocó el Servicio Militar. Al regresar, pensó en sus opciones y recordó que el manager de Villa Clara, Ramón Moré, se había fijado en él como torpedero.
«Me dijo que me había visto jugar, que tenía buenas manos y reflejos, así que creí que tendría una oportunidad de ser titular aquí. Mi fuerte es la defensa, eso es cierto, pero también puedo batear. Mis promedios están entre 260 y 280, que para mi posición y un equipo como este es bastante bueno. Además, suelo conectar detrás de los corredores en base, y eso es muy importante», dijo entonces al Vanguardia de Villa Clara.
Yamil Rivalta con Villa Clara
Por aquel instante decía que “los entrenamientos son parecidos a los de La Habana, se hacen con mucha intensidad. Quiero ganarme la titularidad, creo que puedo lograrlo»
«Como equipo quiero que lleguemos a las semifinales, estar entre los cuatro mejores y luchar por otro campeonato. Y como jugador quiero hacer un buen papel, defender bien y ayudar».
“Anuncio que la llegada a Villa Clara no es por este año nada más. No soy cosa de una temporada, llegué para quedarme. Desde que puse un pie aquí, soy un naranja más”, sentenciaba entonces.