El villaclareño Diosdani Castillo, exlanzador del equipo Cuba de béisbol en el III Clásico Mundial, le dijo a la periodista deportiva Julita Osendi que está contento con su vida en Estados Unidos, donde no es rico, pero tampoco es pobre.
Castillo fue separado del equipo Azucareros junto a otro lanzador, Yasmani Hernández, en 2014, después de representar a la isla en el III Clásico Mundial y en la Serie del Caribe con Villa Clara, en Venezuela. Intentaron salir ilegalmente del país y el periódico local Vanguardia los acusó de una grave indisciplina.
Castillo lo volvió a intentar y logró llegar a Cancún, México, donde estuvo unos meses antes de entrar a Estados Unidos para buscar un equipo profesional.
Ahora, en Spring Hill, Florida, Castillo es jefe de cuadrilla en un equipo de construcción y dice que ha conseguido “una estabilidad económica gracias a mi trabajo, no soy rico, pero no soy pobre”. “Me va bien, aquí tengo gran parte de mi familia, mi esposa, tres de mis hijos (Brian, Jason y Silenai) y mi papá. En Cuba me quedan mi mamá y dos de mis niñas (Yoselin y Jennifer)”, contó.
En su conversación con Osendi en CiberCuba Castillo explicó que se marchó de Cuba para “ayudar económicamente a nuestra familia, echar pa’lante a nuestros hijos. En mi caso particular yo no podía aguantar más las mentiras”.
“Vivía en una casita muy humilde, sin condiciones apenas para vivir, cualquier lluvia, la inundaba con todo lo que eso conlleva para muebles, equipos eléctricos (…) me habían prometido una casa, pero lo que hicieron conmigo fue jugar al ping-pong, de aquí para allá y de allá para acá”, dijo.
Diosdani Castillo
El exlanzador afirmó que él nunca había pensado salir del país, porque era un “guajiro feliz con su tierra”, pero finalmente lo pensó mejor y lo logró.
Sobre el deterioro de la pelota en Cuba, el voltense opinó que no era “difícil buscarle la razón”, pues hay una “economía desastrosa, bajos recursos y las áreas especiales están arruinadas”.
“En Cuba siempre se juega con los mismos equipos, los mismos peloteros. Todas las ligas del mundo juegan con peloteros extranjeros y ¿nosotros? El béisbol en Cuba no ha avanzado técnica ni académicamente, se han quedado con los libritos viejos”, concluyó.