Odalys Cala, medallista de bronce en el Mundial de Malasia 1990 y campeona centroamericana en varias ocasiones, se siente olvidada y decepcionada por la falta de apoyo y reconocimiento de las autoridades deportivas de Cuba.
En una entrevista con la revista Play Off Magazine, Cala expresó su malestar por la situación que viven los atletas retirados en Cuba, especialmente las mujeres. Según ella, no se les da la atención que merecen ni se les facilitan los recursos que necesitan.
“Me duele mucho que se olviden de lo que uno fue, de lo que hizo. Hoy por hoy cualquier cosa es un no: no podemos, no se puede, no hay. Y uno sabe que sí hay, que hay para otras personas que no han pasado por el deporte”, dijo.
Cala también criticó el nivel actual del baloncesto femenino cubano, que considera “pésimo”. A su juicio, el equipo nacional ha perdido la calidad y el prestigio que tenía antes, y le faltan principios, vergüenza y compromiso.
“Está muy mal, jamás Cuba perdía un Centroamericano ni jamás perdía con los equipos con los cuales se está perdiendo ahora. Hay que tener de todo, hay que tener amor por lo que uno hace”, afirmó.
ATLETAS CUBANOS DENUNCIAN ABANDONO
La exjugadora contó que dejó de ser entrenadora del equipo nacional femenino después de solo seis meses, porque las condiciones eran “precarias” y no se sentía valorada ni respetada.
“Me fui porque no estaba bien. No había transporte, no había alimentación, no había nada. Y encima te trataban mal, te humillaban. Yo no podía seguir así”, relató.
Cala aseguró que nunca pensó en irse ni en establecerse en otro país durante su carrera deportiva, a pesar de las muchas oportunidades que tuvo. Tampoco lo hace ahora, aunque sus hijos hayan emigrado.
“Estoy aquí. Puedo ir, pero yo regreso, porque si hubiese querido lo hubiese hecho. Oportunidades tuve, las del mundo y más”, declaró.
Cala es una de las tantas glorias deportivas cubanas que han denunciado en los últimos meses el abandono y la indiferencia del gobierno cubano respecto a sus estrellas del deporte.