Hace 11 años, en una entrevista publicada en el periódico de Sancti Spíritus, la leyenda del béisbol cubano, Lourdes Gurriel, compartió sus pensamientos sobre un incidente crucial en la carrera de su hijo, Yuli Gurriel, durante las Olimpiadas de Beijing.
Gurriel recordó el momento en que Yulieski, tras un fatídico doble play contra Sudcorea, se derrumbó en el right field. Agradeció a Antonio Castro y Orestes Kindelán por ayudar a su hijo a levantarse. La familia estuvo angustiada hasta que Yulieski regresó.
“Cuando Yulieski roleteó para doble play en Beijing, ante Sudcorea, siguió corriendo y se tiró en el right field. Les agradezco a Antonio Castro y Orestes Kindelán que fueran a levantarlo. La familia estuvo llorando y sin comer hasta que regresó. En el recibimiento no podía contenerme, el muchacho bajó de último y lucía como muriendo. La frase de Raúl Castro fue una cosa grande: “Levante la cabeza que parece un carnero degollado. Eso no hace nada, usted es un campeón”. Yo pensé que no sería pelotero nunca más”, contó.
Además, Gurriel habló sobre el potencial de su hijo y la presión que enfrenta. Según él, los deportistas a veces se acomodan cuando alcanzan su techo. Por lo tanto, es necesario exigirles al máximo y estimularlos adecuadamente. Gurriel padre consideró que el techo de Yulieski dependería de su entrega y concentración. Y vaya si ha dejado huella.
Finalmente, Gurriel expresó su optimismo sobre las posibilidades de Cuba en aquel 3.er Clásico. Según él, los asiáticos respetan el béisbol cubano y los jugadores cubanos tienen la calidad para ganar, siempre y cuando disfruten los partidos. Gurriel creía que ese equipo Cuba tenía condiciones y varios de sus jugadores podrían llegar a las Grandes Ligas.
¿Recuerdas ese momento del Yuli?