El toletero santiaguero Patrick Meriño, de 24 años, no dio la talla tras firmar con la organización de MLB de los Rays de Tampa Bay, y estos le dieron la “baja” y lo despidieron de su sistema de granjas. El hijo del estelar Rolando Meriño, había pactado con ellos en 2019, por un bono de 375 mil dólares.
“Anunció #TampaBay la baja de Patrick Meriño de su sistema de ligas menores. En 3 temporadas, llegó a Clase A como máximo nivel. Bateó para .241 (299-72) con 98 juegos: 22 HR, 12 dobles, 2 triples, 74 RBI y 80 R, 116 K – 70 BB, 14 bases robadas, .407 OBP, .515 SLG, .922 OPS”, escribió en Twitter el reportero José Alejandro Rodríguez.
Patrick Meriño es un joven pelotero cubano que seguirá soñando con llegar a las Grandes Ligas. Hijo de Rolando Meriño, uno de los receptores más destacados y temidos del béisbol cubano, Patrick ha seguido los pasos de su padre pero por un camino diferente: el de la firma profesional.
Patrick nació en Santiago de Cuba el 13 de agosto de 1998, pero se mudó a La Habana desde pequeño, donde inició su carrera deportiva. A los 15 años regresó a su provincia natal y jugó en la categoría sub-15 con las Avispas de Santiago. Su debut en la Serie Nacional fue breve: solo tuvo tres turnos al bate en la temporada 57, con un hit.
En 2018, Patrick decidió abandonar Cuba y buscar una oportunidad en el béisbol profesional. Se estableció en República Dominicana, donde se entrenó y se mostró ante los scouts de las Mayores. Su talento y su potencial ofensivo no pasaron desapercibidos: en junio de 2019, firmó un contrato con los Rays de Tampa Bay.
Carrera de Patrick Meriño
Desde entonces, Patrick ha jugado en las ligas menores con los equipos afiliados a los Rays. En 2019, participó en 29 juegos con el equipo de la Liga Dominicana de Verano, donde bateó para .255 con seis dobles, ocho jonrones y 17 impulsadas.
En 2021, jugó en dos niveles: la Liga de la Costa del Golfo (Rookie) y la Liga del Atlántico Sur (Clase A). En total, sumó 36 juegos, con .211 de promedio, dos dobles, un triple, ocho cuadrangulares y 33 remolcadas.
Patrick se ha desempeñado principalmente como jardinero izquierdo y derecho, aunque también ha jugado algunas veces como primera base. Su principal arma es su poder al bate, que ha heredado de su padre. Su reto es mejorar su disciplina en el plato y reducir sus ponches.
Patrick tiene todavía un largo camino por recorrer para alcanzar su sueño de jugar en las Grandes Ligas. Sin embargo, tiene el apoyo y el ejemplo de su padre, que fue un ídolo en Cuba y que participó en torneos internacionales Patrick quiere extender el legado de su padre y hacer historia en el béisbol profesional, pero los de Tampa acaban de ponerle el camino “cuesta arriba”.