El pelotero cubano Luis Aparicio, de solo 13 años, salió de Cuba y se ha radicado en República Dominicana con el sueño de firmar con una organización de la Major League Baseball (MLB) en el futuro, confirmó el reportero Francys Romero.
Aparicio, quien formó parte del equipo de Bayamo en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas de 2023, salió de la isla en días recientes con la esperanza de alcanzar el profesionalismo en el béisbol estadounidense.
En agosto del año pasado, Aparicio integró el equipo cubano que participó en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas en Estados Unidos. Si bien la isla no tuvo un buen desempeño en el torneo, con solo una victoria y dos derrotas, la participación de Aparicio no pasó desapercibida.
Más allá de lo deportivo, la experiencia de Aparicio en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas estuvo marcada por dos eventos que generaron gran atención: la fuga de uno de los entrenadores del equipo cubano y la visita de los pequeños peloteros a un McDonalds por primera vez.
Un McDonalds como símbolo de un mundo diferente
La visita de los niños al restaurante de comida rápida, que no existe en Cuba, se convirtió en un símbolo del contraste entre la vida en la isla y la vida en el extranjero. Los niños, con timidez pero con gran entusiasmo, disfrutaron de una experiencia culinaria nueva y de la oportunidad de conocer un poco más sobre la cultura estadounidense.
El escape de Luis Aparicio de Cuba y su llegada a República Dominicana representan un paso importante en su camino hacia el béisbol profesional. Su talento y su determinación lo convierten en un prospecto a seguir, y su futuro en las Grandes Ligas se antoja esperanzador.
La historia de Aparicio se suma a la de muchos otros jóvenes peloteros cubanos que buscan abrirse paso en el mundo del béisbol profesional. Su escape de la isla y su búsqueda de un futuro mejor son un reflejo de la compleja realidad del béisbol cubano y de las ansias de libertad y progreso que anidan en las nuevas generaciones.