Pelotero cubano de la Liga Élite viaja “en botella” a su nueva provincia

Foto: Cubasí
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Uno de los peloteros cubanos que intervendrá en la venidera Liga Élite del Béisbol Cubano (LEBC) ha debido viajar “en botella” (hacer dedo, hitchhike) para llegar a la provincia de su nuevo equipo. 

Se trata del jugador pinareño Juan Carlos Arencibia Echeverría, que reforzará al conjunto de los Gallos de Sancti Spíritus para ese evento que comenzará en noviembre. 

El torpedero explicó a la periodista Elsa Ramos para Escambray: “Hasta La Habana llegué en botella y de ahí para acá el director del equipo de los Gallos nos ayudó a llegar en ómnibus”.

Arencibia quiso viajar a la provincia por sus propios medios, pues las “soluciones anunciadas” demoraron en llegar, según cuenta la reportera. 

“Estaba un poco inquieto, porque quería estar desde antes aquí para prepararme y tener una buena serie. Todo el mundo sabe que la Élite es superior a la Serie Nacional y por eso lleva mejor preparación. Estoy como acabado de llegar, pero la acogida ha sido buena”, manifestó.

Sin embargo, el evento que, al menos en nombre, promete ser mejor a la clásica Serie Nacional de Béisbol en Cuba, en la realidad es otro intento chapucero por darle un mayor nivel al béisbol cubano. 

LIGA ÉLITE DEL BÉISBOL CUBANO

Cuando muchos equipos han perdido a los refuerzos que pidieron, ya sea por solicitudes de baja, éxodo u otra razones, parece inconcebible que los que sí decidan jugarlo deban desplazarse por sus propios medios hacia las provincias que van a acogerlos o deban esperar.

“Desde que salí de mi casa, mi esposa y mis niñas saben que es una ausencia larga, pero a ellas les gusta que yo esté aquí y saben que deben esperar. Están conscientes de que esto es lo que me toca, que estoy orgulloso de estar aquí y que todo lo que quiero con mi equipo es ganar y ganar”, dijo Arencibia sobre la obligada distancia que lo separa de su natal Pinar del Río. 

Sin el anunciado aumento de salarios, en medio de bajas, crisis económica sin fin que ha obligado a la cancelación de eventos deportivos y otros tantos problemas internos la II Liga Élite del Béisbol Cubano navega hacia otro fracaso.

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