El Pitcheo: ¿lo mejor del equipo Sub-23 en Cuba?

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El equipo Cuba de la categoría Sub-23 se prepara para el Mundial en México. Lo hacen desde el estadio “José Antonio Huega” de Sancti Spíritus algunos y otros desde el Latino. Según declaraciones llegadas desde la sede, los directivos destacan el pitcheo, como uno de los grandes pilares del equipo.

El pitcheo debe ser una de sus fortalezas en la Copa Mundial sub-23 de béisbol, a efectuarse del 23 de septiembre al 2 de octubre en Sonora, México. Aquí cobra más importancia porque los juegos serán a siete entradas y destacan nombres como Brian Chi y Frank Álvarez. En total deben hacer el equipo final 10 lanzadores cubanos.

Para ello Elizardo Guillart, al frente del entrenamiento de pitcheo, dice que la principal actividad ha sido la de mejorar sus condiciones físicas, debido a que estuvieron mucho tiempo sin entrenamientos por la situación sanitaria. “El corto tiempo se ha dedicado en la primera semana de trabajo a la capacidad aerobia, en la parte de equilibrio, traslación”, dijo a Radio Rebelde, Guillart.

No obstante dijo que existen problemas de los lanzadores cubanos con el control, pues llegaron a los entrenamientos con un criterio de seis bases por bolas por nueve innings. “Estamos puliendo la parte táctica y estratégica”, dijo el coach de pitcheo del equipo que comanda Eriel Sánchez.

Más criterios del pitcheo cubano

Fuentes cercanas al equipo no ofrecen una definición clara de la rotación de abridores, aunque dan los nombres más elegibles para ello: Bryan, Jonathan Carbó y Naykel Cruz. Mientras Frank, Marlon Vega y el zurdo Dariel Fernández pudieran tener protagonismo en el bullpen del equipo Cuba. En palabras de Eriel el team cubano va por el título del certamen.

“Tenemos atletas que pueden realizar esa encomienda durante los juegos de siete entradas que van a hacer. Tenemos a Brian y Carbó como los principales, a Fernández en el relevo intermedio y a Vega como cerrador”, añadieron desde el cueropo técnico de los cubanos.

Desde el team recalcaron que utilizarían el pitcheo como se “hace contemporáneamente”. Entre dos o tres lanzadores por juego, insistió Guillart. El equipo de dirección ratificó que había material para eso y para acceder a una segunda fase con el pitcheo descansado.

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