El “show” Víctor Mesa volvió al Latino

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El polémico ex pelotero y mentor cubano, el villaclareño Víctor Mesa, radicado en Miami, desde hace varios años, regresó al Latino a ver jugar a los Industriales, el último equipo que dirigió en Cuba, antes de marcharse a vivir en Estados Unidos.

Según la web especializada en béisbol, Swing Completo, los jugadores de Industriales saludaron a su ex director y este “alegó que no podía conversar con la prensa por órdenes de sus abogados”. Así se mantuvo alejado de los medios estatales e independientes que radican en el país.

No obstante, Mesa sí se tomó fotos con varios aficionados dentro del estadio del Cerro. “El Gran Víctor Mesa”, decía un usuario en redes sociales, con varias imágenes abrazando al emblemático “32” del equipo Cuba. El ex manager se sentó en el llamado “palco presidencial”, detrás del home plate. Vestía una camiseta azul, para quizás rendirle honor al equipo de Industriales.

Mesa está de visita en Cuba, junto a su esposa Eneida, desde inicios de abril, y ha recorrido los lugares más importantes de su vida en la isla, como Sagua la Grande, donde nació y Santa Clara, la ciudad que lo vio formarse en el Sandino. Además, en esta última ciudad, reside su hija mayor y parte de la familia de su pareja.

Los hijos de Mesa siguen en Miami

Mientras Mesa sigue paseándose por la isla, tras declararse en Miami, un defensor del gobierno cubano y comunista, sus hijos cumplen los contratos millonarios que firmaron con el equipo de MLB, Marlins de Miami. Ambos están en desarrollo, con participación en las sucursales de (AA) y (A+); Pensacola Blue Wahoos y Beloit Sky Carp.

El ex pelotero cubano y declarado admirador de Fidel Castro, continúa por estos días, en su residencia del municipio habanero de Plaza. Allí disfruta de un ambiente “festivo”, aunque no se tiene certeza de cuánto tiempo seguirá en la isla o si piensa regresar pronto a los Estados Unidos.

Sigue el rumor de que su residencia en Estados Unidos estaba en peligro, aunque su viaje a Cuba, sería una muestra de que puede ir y venir, como un “rey” entre las dos orillas.

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