La voleibolista cubana Emily Borrel ha compartido recientemente con la revista deportiva Play Off Magazine algunas de sus experiencias como integrante del equipo nacional de su país. Borrel, que se desempeñó como líbero durante diez años, reveló que las condiciones económicas y materiales de las jugadoras cubanas eran muy precarias en comparación con otras atletas de alto nivel.
Borrel contó que tenía una gran amistad con la líbero de Puerto Rico, quien le hablaba de su independencia, su trabajo, su estudio y su carro. La cubana confesó que se sentía frustrada porque ella, a pesar de tener más talento, no tenía ninguna de esas posibilidades en Cuba.
“Hablábamos de los salarios, los de ellos que eran sobresalientes y lo que a nosotras nos pagaban para una competencia. Había demasiada diferencia. Siendo miembro de la selección ganaba 2 mil 600 y para salir a los viajes nos pagaban apenas diez dólares diarios. Cuando íbamos a Europa ocho euros al día”, dijo.
Voleibolista Emily Borrel
La última vez que Borrel vistió la camiseta de Cuba fue en los Panamericanos de 2018, porque las autoridades deportivas de la isla consideraron que era “muy mayor” y que estaban formando un equipo más joven.
“Querían tener un proyecto con muchachas jóvenes para prepararlas para un ciclo olímpico completo y yo, por tener casi 30 años, pasaba de la edad (…) Retomé mi vida desde otro ámbito y posición. Me abrí nuevos horizontes que era lo que necesitaba en ese momento y aproveché la oportunidad para incorporarme a las ligas internacionales”, explicó la santaclareña.
Borrel relató que después de salir del equipo nacional cubano estuvo varios meses contratada en Haití y luego, a través de la Federación de la isla, consiguió otro contrato para España. La voleibolista aseguró que las condiciones allí son “bastante buenas” y el club le proporciona “casa, alimentación y todo lo que requiere un atleta”.
“He podido hacer varias cosas con bastantes beneficios después que estoy en la liga profesional española. Las que no he hecho las haré pronto, supongo, porque trae aires para respirar a nivel económico”.