Está a punto de conocerse si la cubana Ana de Armas será la elegida como mejor actriz de este año cuando esta noche en Los Ángeles sean las premiaciones de la 95ª edición de los Oscar.
La cubana que interpretó magistralmente a Marilyn Monroe en el biopic Blonde es una de las favoritas para llevarse la estatuilla a pesar de que no han faltado las críticas y detractores contra ella y el propio filme de Andrew Dominik.
En una reciente entrevista con la revista People, De Armas decidió romper el silencio sobre su anterior vida en Cuba y mencionó que gran parte de lo que es hoy se lo debe a haber salido definitivamente de la isla.
“Pienso en mi papá que ya no está y lo feliz y orgulloso que habría estado de saber esta noticia”, comenzó diciendo la artista que comparte actualmente sus triunfos con su madre, con quien viajó en a Italia para acompañarla en el estreno de la película en el Festival de Venecia.
Ana de Armas esta noche en los Oscar
La joven agregó que también piensa “en toda la gente, en todos los cubanos, en todos los que han seguido mi carrera y son mis amigos, los que me empujaron a irme de Cuba y luego a irme de España y salir adelante”.
A pesar de toda la repercusión que ha tenido el filme, Ana nunca imaginó que llegaría tan lejos: “Es una emoción muy grande, es algo que no me lo habría imaginado nunca, estar nominada al Óscar. Para mí el Óscar cuando crecí o estaba en Cuba y veía el cine americano, era algo que en mi cabeza le pasaba a otra gente. No era una realidad que pude asociar con mí misma o con mi carrera”.
La actriz debutó en el cine con solo 16 años en la película Una rosa de Francia y a los 18 años salió de la isla hacia España donde rápidamente fue llamada a integrar el elenco de la conocida serie El Internado.
Una de sus mayores alegrías es saber que en su país de origen también la elogian y reconocen su talento: “Tener en el cine en Cuba, el título Blonde y mi nombre en el cine, ver a toda esa gente, a todos los cubanos queriendo ver la película y con tanto orgullo y tanta emoción fue un sentimiento, una cosa increíble”.
Sobre la pregunta de si extraña su vida en Cuba se limitó a contestar que lo considera su hogar y su casa donde conserva todos sus recuerdos, “mi infancia, las cosas buenas, las cosas no tan buenas”.
“Todos mis amigos están allí, parte de mi familia está allí. Aunque ya no viva allí y solo vaya en algunos momentos en el año cuando tengo el tiempo, la conexión es muy fuerte. Yo hablo a diario con gente en Cuba, con mis amigos, mis ahijados, mi mamá. No estoy, pero estoy”, concluyó.