Asfixiante vivir en Cuba. Luego de haber estado hace apenas un mes en el centro de la polémica, la actriz cubana Tahimí Alvariño por fin se ha sincerado sobre la crítica situación que se vive en la isla.
Aunque no lo hizo directamente en un post de su perfil, recurrió a un comentario de una publicación realizada por actor Luis Alberto García Novoa y entró en catarsis.
“Es asfixiante vivir aquí”, escribió Alvariño que había recibido cientos de críticas de parte de sus seguidores, tras haber prestado su imagen para un comercial de la empresa Katapulk, propiedad de Hugo Cancio, en el que promocionaba una serie de productos alimenticios inaccesibles para las familias cubanas.
Por su parte, Luis Alberto García había criticado la escasez de gasolina en los servicentros de la capital: “¿Te has metido en una cola de seis horas para echar gasolina y no has alcanzado? ¡Al día siguiente has vuelto a repetir ese Vía Crusis otras tantas horas y faltándote 12 autos para llegar a la bomba ha salido alguien a vociferar: se acabó la especial! Na’ más queda motor. Entonces tú no sabes el futuro luminoso que nunca tuvimos”, ironizó García.
Es asfixicante, dice Tahimí Alvariño
Además, agregó que “ningún ‘cuello gordo’ de esos con guayaberas infladas estaban en esas colas. Sus choferes son los que se las janean. Quiero irme de este país y mudarme al del noticiero. Allí hay esperanzas”, subrayó.
Aunque García no ha sido de los artistas más críticos con el gobierno cubano, en los últimos tiempos ha estallado en redes por diferentes cuestiones como la condena impuesta al trovador Fernando Bécquer o por el hecho de que en la Mesa Redonda hablaran sobre los altos precios de la gasolina en Estados Unidos.
Por otra parte, Alvariño tampoco acostumbra a pronunciarse públicamente sobre la situación del país, ya que es una de las pocas actrices reconocidas de su generación que aún reside en la isla y trabaja para los medios cubanos.
Pese a que, desde julio de este año, Alvariño estuvo en el centro de la polémica por ser la cara visible de las promociones, en Cuba y en Miami, de la compañía Katapulk, propiedad del cubanoamericano Hugo Cancio, cercano al gobierno cubano, Tahimí declaró sentirse agotada ante la situación social de la isla.