Varias actrices cubanas aplaudieron en las redes sociales el trabajo de su compatriota Ana de Armas, que está teniendo un éxito tremendo por su filme “Blonde”, sobre la vida del ícono del cine americano, Marilyn Monroe.
“No importa que la critiquen, yo como cubana y como actriz me siento muy orgullosa de donde ha llegado y la respuesta que dio es perfecta. Bravo Ana de Armas. Te lo has currado bien y te lo mereces”, señaló la veterana actriz cubana Susana Pérez, en Twitter.
Otra artista cubana, Amarilys Núñez que coincidió con Ana en el filme de 2016, “El Edén perdido”, señaló que “te mereces la ovación, el éxito y todo lo que está por venir… Te amamos por tu talento y por todo lo que has logrado con entrega, disciplina y mucho trabajo. Eres nuestro mayor orgullo. Muy feliz por ti, querida Ana de Armas”.
Núñez publicó en Instagram una foto junto a Ana de cuando filmaron la película antes mencionada. En la imagen se les ve a las dos sonriendo a la cámara. A la publicación de Núñez se sumaron otras actrices cubanas como Laura de la Uz y Yasbell Rodríguez.
“Yo también. Feliz y orgullosa”, refirió De la Uz en los comentarios. Mientras Yasbell agregaba: “Qué felicidad sentir que sus triunfos también son nuestros”. Amarilys añadió que ya Ana era “una grande entre las grandes”.
Ana de Armas en Blonde
A inicios de septiembre, Ana de Armas se defendió de las críticas por su trabajo en el filme “Blonde”, que se estrenará el próximo 28 de septiembre en la plataforma Netflix.
Aunque el filme no ha salido a la luz, la actriz cubana ya ha recibido varias críticas por su acento latino, pues algunos usuarios de las redes creen que le resta veracidad a la historia de la rubia más famosa del cine mundial.
Pero Ana de Armas salió en defensa propia durante una entrevista concedida a la revista francesa de moda L’Officiel, en la cual explicó cómo fue el proceso para llevar a cabo su trabajo de interpretación de Monroe.
“Estaba interesada en sus sentimientos, su viaje, sus inseguridades y su voz, en el sentido de que ella realmente no tenía una”, precisó.
“Nueve meses de entrenamiento dialectal, práctica y algunas sesiones para lograr el acento correcto. Fue una gran tortura, muy agotador. Mi cerebro estaba frito”, confesó.
“Para contar esta historia es importante mostrar todos esos momentos en la vida de Marilyn que la hicieron terminar como lo hizo. Era necesario explicarlo. Todos en el elenco sabían que teníamos que ir a lugares incómodos”, concluyó.