El gobierno de Pekín ordenó a Mongolia Interior, una de sus regiones, cerrar todas las operaciones de minería de criptomonedas y prohibirlas de cara al futuro. Así China prohíbe un centro de minería de bitcoin, de los más grandes del mundo.
Según la revista Sputnik, con ello intenta luchar contra el consumo intensivo de energía y evitar la descentralización financiera. Se sabe que la minería de bitcoins y de algunas otras criptomonedas requiere mucha electricidad. Por lo tanto, los centros de estas operaciones financieras tienden a concentrarse en regiones donde la energía es más barata.
Mongolia Interior es un importante centro de extracción física de carbón y minerales de tierras raras. Y la concentración de minas y de centrales eléctricas de carbón, a su vez, hace que la electricidad que se consume en la región autónoma sea barata.
Se calcula que los mineros criptográficos pagan al Centro de Comercio de Energía Eléctrica de Mongolia Interior solo 2,60 céntimos por kWh, en otras palabras, cinco veces menos que lo que un residente paga de media por la electricidad en EE. UU., es decir, 13,31 céntimos por kWh.
Así que la región china se convirtió en el líder mundial de la minería de criptomonedas. En ella se concentra el 8% de toda la minería de bitcoins del planeta, mientras que EE. UU. es responsable solo del 7,2%. China prohíbe un centro de minería de bitcoin, de los más grandes del mundo.
China no solo controlará a partir de ahora a esta región norteña para no gastar tanta energía, sino también para controlar férreamente y sofocar la actividad económica que no dependa de Pekín y evitar una descentralización financiera.