Un barco de balseros cubanos llegó a tierra en Hollywood Beach en la mañana, causando revuelo y revelando una serie de coincidencias sobre dónde aterrizó y quién lo presenció. Las fotos muestran cómo se retira la pequeña balsa de la playa, pero las imágenes de quienes la vieron de cerca siguen siendo vívidas.
El bañista Ted Sumner lo describió como “no más grande de ocho pies de largo, tres pies de ancho”. La balsa era claramente casera. “No sé cómo lo hizo, pero asumo que lo hizo desde Cuba”, dijo Sumner. “No podía creerlo”, agregó.
Para la testigo Ana Beaumier, es emotivo. Llegó al sur de la Florida desde Cuba cuando era niña y se llevó a casa un pedacito de la balsa como recordatorio de por qué está agradecida de estar aquí.
“No hay palabras para describir las emociones que siento cuando veo lo que hace la gente para llegar a este país”, dijo Beaumier.
El sur de Florida es la zona cero de la crisis migratoria cubana. Los desembarcos, la culminación de un viaje peligroso, se han convertido en un hecho casi diario, en medio de un éxodo de proporciones históricas de la isla en dificultades económicas, sociales y políticas.
Balseros cubanos, reportes diarios de llegadas
Esta semana el comisionado Chris Magnus, jefe de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., estuvo en el sur de Florida para reunirse con el personal y ver de primera mano el trabajo que se está realizando a medida que llega un número sin precedentes de migrantes al sur de Florida. Se reunió con oficiales y agentes y viajó a los Cayos para hablar con agentes de la Patrulla Fronteriza en Marathon.
“Mi mensaje, en primer lugar, es de profunda empatía. No puedo imaginar lo difícil que es vivir en esas circunstancias. Al mismo tiempo, los riesgos son muy grandes. Puedo apreciar a las personas que intentan reunirse con las familias. Pero eso no puede suceder si mueren en el mar”, dijo Magnus sobre la creciente llegada de balseros cubanos a Florida.