De vez en cuando hay que tomarse unas vacaciones, pero nunca para quedarnos en casa, al menos eso aseguran los expertos en psicología. Aunque disfrutar de tu serie favorita tendido en la cama pudiera alejarte del estrés laboral, hacer turismo constituye la mejor manera de recuperar fuerzas y sin dudas mejora tu vida.
Salir de tu entorno o tu zona de confort contribuye a optimizar tu salud mental, al tiempo que proporciona lo mismo nuevas experiencias que relajación total, según lo que prefieras.
Irse de viaje es el equivalente a reiniciar tu cuerpo, mejorar tu autoestima y constituye una posibilidad de conocer nuevas culturas, hacer amigos o simplemente desconectarnos de las ocupaciones diarias.
Varios estudios a lo largo de últimos años confirman que hacer turismo es la mejor medicina contra el estrés. Una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología arroja que los viajes ayudan eliminar los ambientes y actividades que provocan agobio y ansiedad en las personas, sobre todo si se reside en zonas urbanas cosmopolitas.
Hacer turismo mejora la vida
Desde el punto de vista científico está demostrado que viajar resulta la oportunidad perfecta para renovar nuestras energías y alejarnos de la rutina, ya que se activan en el cuerpo las sustancias químicas como la serotonina y la adrenalina, relativas a sentimientos como la felicidad.
Otro estudio de la Universidad de Surrey en Reino Unido demostró que las personas que suelen planificarse para realizar turismo con frecuencia son más optimistas y apasionados en sus relaciones amorosas.
El hecho de viajar también implica una mejora de nuestro estado físico, sobre todo si elegimos actividades al aire libre, los campings, las caminatas por ciudades que desconocemos o simplemente una estancia prolongada en el campo.
Por otra parte, viajar ayuda a equilibrar las emociones, por lo que se recomienda elegir un sitio al que siempre hemos querido ir, pero que hemos postergado por ahorrar dinero o por falta de tiempo.
Piensa en que un equipo nuevo puede romperse de la noche a la mañana, pero la experiencia de un viaje permanece en nuestras memorias y se verá reflejada en nuestra salud, estado anímico y hasta en esas horas de sueño que necesitamos.