La mayoría de las personas que deciden fundar un negocio por pequeño que sea en Miami siempre albergan la esperanza de que se convierta en algo mayor. Ese “optimismo” es la primera parada necesaria para que cualquier emprendimiento logre dar frutos inmediatos.
Miami es una ciudad que ofrece oportunidades únicas en Estados Unidos para que cualquier recién llegado con ánimos de arrancar un pequeño negocio pueda concretar su sueño. No obstante, nadie dijo que emprender de cero fuera cosa fácil.
Varios estudios de mercado ofrecen algunos tips imprescindibles a considerar ante de poner en marcha una pequeña empresa. Lo primero es sondear si existen competencias en el sector o servicio en que se desee incursionar. O sea, esto equivaldría a hallar un nicho que no haya sido explorado con anterioridad o que, de existir, aprender de la experiencia para mejorarla.
Pongamos un ejemplo: en Miami confluyen las cafeterías y restaurantes dedicados a elaborar platos típicos cubanos. Si determinado emprendedor quisiera proyectarse en la misma cuerda debería preguntarse de antemano ¿por qué su oferta marcaría la diferencia?
El sitio SBA (administración de pequeños negocios) ofrece otros consejos a tener en cuenta. El segundo paso sería preguntarse por los posibles clientes o consumidores de tus servicios y si realmente resultará una propuesta atractiva para el público meta al que quieras dirigirte.
¿Cómo abrir un negocio en Miami?
Cuando hayas delimitado los dos puntos anteriores resulta en extremo importante trazar un plan de ruta para estructurar, operar y hacer crecer tu nueva empresa. Todo ello implica, además, encontrar a posibles inversores si no se cuenta con la capacidad financiera óptima para iniciar el negocio.
Un cuarto paso no menos importante es la selección de la ubicación de tu empresa. El lugar donde establecerse determina variables imprescindibles como los impuestos, las obligaciones legales y las posibles ganancias.
Tampoco desestimes el nombre que llevará el negocio, pues resulta una de las cuestiones más llamativas para los clientes potenciales. Verifica antes de bautizarla si no ha sido usado por otra compañía.
Una vez que hayas completado las dos cuestiones anteriores, puedes proceder a registrar tu entidad para obtener tu número de identificación de empleador (EIN).
Finalmente, solo restaría obtener las licencias y permisos correspondientes al estado o ciudad y abrir una cuenta bancaria para mantener al día las cuestiones legales y fiscales.