¿Te acuerdas de Baba Vanga? La famosa vidente búlgara que supuestamente predijo el atentado del 11 de septiembre de 2001, el tsunami de 2004 y la muerte de Diana de Gales. Pues resulta que también tuvo una visión para el 2023 de una explosión nuclear, algo nada alentador.
Según sus seguidores, Baba Vanga auguró una explosión nuclear en algún lugar de Europa que causará una gran devastación y cambiará el curso de la historia.
¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones? ¿Debemos prepararnos para el apocalipsis o tomarlas con humor? En este artículo te contamos todo lo que sabemos sobre Baba Vanga y sus profecías, y te damos algunos consejos para afrontar el futuro con optimismo y sin miedo.
Baba Vanga fue una mujer que nació en 1911 en una aldea de Bulgaria y que quedó ciega a los 12 años tras un accidente. Según ella misma contó, desde entonces empezó a tener visiones del pasado, el presente y el futuro, y a desarrollar un don de clarividencia que le permitía ver más allá de lo evidente. Durante su vida, miles de personas acudieron a su casa para consultarle sobre temas personales, políticos o mundiales, y se dice que tenía un alto porcentaje de aciertos.
¿Visión real de explosión nuclear para 2023?
No hay ninguna evidencia científica o histórica que respalde sus supuestas predicciones. La mayoría de ellas son vagas, ambiguas o interpretables, y muchas se han atribuido a Baba Vanga después de que ocurrieran los hechos.
Por ejemplo, se dice que predijo el 11-S con esta frase: “Horror, horror. Los hermanos americanos caerán tras ser atacados por los pájaros de acero”. Pero no hay ninguna prueba de que dijera eso antes del 2001, ni tampoco queda claro qué significa exactamente.
Lo mismo ocurre con la predicción de la explosión nuclear en 2023. No hay ninguna fuente fiable que confirme que Baba Vanga dijera eso, ni tampoco se especifica dónde ni cómo ocurriría. Es más, se trata de una contradicción con otra predicción que se le atribuye: la de que en 2028 habrá una misión tripulada a Venus. ¿Cómo sería posible eso si Europa estuviera arrasada por una bomba atómica, por ejemplo?
La respuesta es simple: Baba Vanga no era una profeta, sino una persona con una gran imaginación y una buena intuición. Sus visiones no eran más que fruto de su mente y de su cultura, y no tienen ningún valor predictivo.
Por eso, no debemos creer ciegamente en ellas ni dejarnos llevar por el pánico o la paranoia. El futuro no está escrito ni determinado por nadie, sino que depende de nuestras acciones y decisiones.
Así que lo mejor que podemos hacer es vivir el presente con alegría y responsabilidad, cuidando de nosotros mismos y de los demás, y contribuyendo a crear un mundo más justo y pacífico. No hay ninguna razón para temer una explosión nuclear en 2023 ni ningún otro desastre. Al contrario, hay muchas razones para esperar un futuro mejor y más feliz. ¿No te parece?