A pocos días de la Navidad, las madres cubanas se “rompen la cabeza” tratando de buscar algún obsequio asequible para sus pequeños.
A pesar de que anteriormente no existía la tradición extendida en la isla de regalar en esta época del año, sobre todo porque estaba prohibido festejar la fecha, ya se ha hecho popular que los menores reclamen algún juguete al pie del árbol.
Sin embargo, los precios de cualquier muñeca en Cuba superan los mil pesos y mucho más si se trata de un artículo importado. Quienes no cuentan con facilidades monetarias para adquirirlos deben conformarse con juguetes de plástico reciclado, de muy mala factura y con dudosa calidad.
“Mamis, es inconcebible los precios que tienen los juguetes para nuestros niños. No es fácil que un juguetico simple cueste 2000 pesos y mucho más”, posteó una madre cubana en Facebook y recibió cientos de comentarios similares de mujeres que compartieron su pesar, según reseña de Cubitanow.
“¿Hasta cuándo es esto, por Dios?”, preguntó. “Una cosa tan simple para un niño, un juguete para que ellos jueguen, para que estén contentos, valga casi el salario de una persona. Esto es abusivo. Este año va a hacer el peor año de los Reyes para los niños. Pobres niños cubanos, les han quitado el derecho de reír, soñar. ¿Quién más como yo para llorar juntas? No es fácil”, lamentó más adelante.
¿Cuánto cuesta un juguete en Cuba?
Tras una pequeña búsqueda en grupos de compraventa de redes sociales se puede comprobar que cualquier auto de juguete, un oso de peluche o un simple kit de oficios puede llegar a costar entre 3 mil y 5 mil pesos. La mayoría de estos artículos también se venden en su equivalente en moneda libremente convertible.
“Sin palabras. Mi niña me pidió unos audífonos cascos y salen en 4500 pesos o una Barbie que sale igual en 4500, triste de verdad”, protestó otra usuaria.
“A mi hija le compré un juego de escoba, recogedor y trampeador de merolicos y me costó 500 pesos y ya se desbarató porque es plástico derretido. En fin, esto me deprime por día porque uno compra comida para mal comer o sea sobrevivir y no poder comprar nada. En fin, qué desesperación”, lamentó una cubana.
Al tiempo en que pululan en redes la venta de juguetes extremadamente caros, el gobierno cubano ni produce ni importa artículos para cumpleaños o confituras. Estas últimas solo se encuentran en las tiendas por divisa y tras largas filas de varias horas.