Un cubano de 90 años residente de Hialeah decidió acabar con su vida y la de su esposa para evitarse el sufrimiento que padecía producto de una enfermedad terminal diagnosticada.
El anciano fue identificado como Argelio Bacallao quien le disparó a su pareja Onelia y luego se suicidó de la misma forma. Los hechos ocurrieron hacia el interior de su propia residencia, ubicada en el 902 este de la 14 place, según notificó el hijo menor de la pareja a América TeVé.
Bacallao sufría de cáncer y su esposa Onelia de Alzheimer, la razón principal de que el cubano tomara la decisión de morir antes de “continuar siendo una carga para sus hijos”, explicó Anthony Bacallao al medio.
El anciano, quien había sido propietario de un taller de mecánica guardaba en su casa varias armas de fuego que sus hijos se llevaron consigo. Aun así, Argelio se las arregló para esconder una de ellas con la cual se presume cometió el suicidio.
“Lo que le ha pasado a nuestra familia es horrible. No quisiera que otra persona pasara por esto”, explicó Anthony. “Él tenía armas desde que yo era pequeñito y yo pensaba que ya le habíamos quitado toda pero todavía tenía una”.
El hijo también señaló que el padre se negaba a recibir apoyo a pesar de que el mayor de los hermanos habría expresado su voluntad de irse a vivir con él. Bacallao aguardó que no hubiera nadie en la vivienda para dispararle a su esposa y luego suicidarse. Ambos llevaban juntos desde los 15 años de edad y eran oriundos de la capital cubana.
La policía halló en cuerpo de Argelio tendido en el suelo y fue declarado como fallecido al instante, mientras que la señora fue trasladada de inmediato al hospital Jackson memorial donde aún se debate entre la vida y la muerte.