El caso del actor Pablo Lyle ha sido muy seguido por los medios en los últimos meses y, aunque finalmente se conoció la sentencia final impuesta por la jueza, el mexicano sigue ocupando titulares por la reciente denegación de los abogados para un posible segundo juicio de apelación.
Lyle, de 35 años, oriundo de Mazatlán, fue hallado culpable del homicidio involuntario de Juan Ricardo Hernández, un cubanoestadounidense de 63 años que falleció en un hospital tras recibir una paliza por parte del actor, derivada de una discusión en plena calle en marzo de 2019.
La sentencia definitiva para Lyle podría ser de hasta 15 años, ahora que la corte le negara a la petición de un nuevo juicio para enero de 2023.
De acuerdo con sus representantes legales existieron varias inconsistencias en el caso, además de que no se admitieron pruebas ni testigos que demostraran a su favor que “Pablo actuó por temor a su vida y la de sus hijos”.
Los abogados de Lyle alegaron que sus hijos se encontraban “muy asustados dentro del vehículo, al igual que su esposa, y que, por tanto, llevó a cabo un justificado uso de la fuerza ante Hernández, que en este caso sería el agresor”.
Caso del actor Pablo Lyle
También presentaron razones como que Lyle no pretendía causar daño al anciano con el golpe propinado y que “la inflamación del cerebro y las fallas de los órganos” se presentaron luego de la pelea.
Recordaron a la audiencia que había sido Hernández quien “confrontó a los ocupantes del vehículo, golpeó el vidrio de forma vehemente y profirió maldiciones”. Además, que “las leyes de Florida contemplan que las personas pelean y se tiren puñetazos”.
Sin embargo, estos argumentos presentados por la defensa del actor fueron rechazados por la jueza de circuito Marisa Tinkler Méndez, quien señaló que “la argumentación no justifica un nuevo juicio, así como tampoco se produjo en casos similares que revisó”, destaca el diario El Financiero.
La jueza Tinkler ratificó el veredicto de culpabilidad y será en el 3 de febrero cuando Lyle conozca la determinación final de los años que deberá pasar tras las rejas.