Tanto comprar como vender una casa al sur de la Florida puede ser en extremo agotador. Cada día crecen por decenas los interesados en mudarse definitivamente a Miami, incluso residentes del propio país, por lo cual no resulta nada fácil hallar un inmueble vacante con precios asequibles en esta zona.
La demanda se ha duplicado últimamente y con ella el costo de los apartamentos de un solo dormitorio. Aun así, si estás decidido a comprar es mejor seguir los consejos que ofrecen las propias plataformas y agentes inmobiliarios para que el proceso funcione a tu favor.
Lo primero es, precisamente, buscar la asesoría de especialistas que puedan orientarte sobre los precios, la posibilidad de optar por hipotecas o los barrios más baratos en dependencia de las necesidades del comprador.
Un agente de bienes raíces no es solamente el encargado de concertar un trato de este tipo, también podrá ayudarte a elegir la casa de tus sueños o la que se acomodaría mejor a tu estilo de vida.
Estos expertos del marketing de viviendas aconsejan “no irse con la primera” y tomarse todo el tiempo que se precise para evaluar la disponibilidad del mercado. También resulta idóneo contratar de antemano a un abogado para que lleve a pie de la letra tu contrato y no tengas que preocuparte por papeleos legales que quizá desconozcas.
Comprar una propiedad en Miami
En segundo lugar, y no menos importante es la adecuada inspección del inmueble que se pretenda adquirir. Si tras la visita ya te decidiste por alguna de las muestras, intenta consultar a personas que conozcan sobre arquitectura, ingeniería o albañilería.
Y es que muchas viviendas parecen encontrarse en un estado constructivo impecable y luego presentan fallos de estructura que no son reembolsables dentro del contrato. En estos casos, es mejor asegurarse que tanto el cableado como las tuberías se encuentren funcionando a la perfección, sobre todo en condominios con más de 40 años de antigüedad.
Un último punto a tener en cuenta es que muchas residencias tienen establecidas determinadas pautas acorde a la zona en la que estén ubicadas.
Aunque la vivienda te pertenezca definitivamente, existen reglas impuestas por la asociación de dueños que pueden limitar las compras para alquileres, el color de la pintura frontal de tu casa o la tenencia de mascotas. Antes de firmar el “sí quiero” solicita de antemano los estatutos dispuestos en esta área.