En el último año fiscal se rompieron récords históricos del ingreso de cubanos por diversas vías a Estados Unidos, aunque muchos otros partieron hacia Latinoamérica y Europa.
De acuerdo con las cifras proporcionadas por el Centro para la Democracia en las Américas (CDA), en el año fiscal 2022, casi 178 mil cubanos arribaron a EE. UU., un número que sobrepasa los registros combinados del éxodo de Mariel (1980) y la “crisis de los balseros” (1994), las dos mayores oleadas migratorias previas.
En 2021 y según datos publicados por la ONU, Cuba perdió a 1.757.300 ciudadanos, lo que supone un 15,55% de la población del país. En comparación con el resto de los países, cuenta con un porcentaje de emigrantes medio, ya que se ubica en el puesto 147º de los 196 del ranking de emigrantes.
Otros datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos de 2019, confirman que 1.359.990 personas nacidas en Cuba habitan en suelo estadounidense. Esta cantidad representa la tercera comunidad hispana, detrás de México (casi 11 millones de personas) y El Salvador (1.412.101).
Sin embargo, en este último período de dos años, Cuba perdió alrededor del 4% de la población de acuerdo con expertos de The Havana Consulting Group.
Cuba perdió alrededor del 4% de la población
“Estamos hablando del 4% de la población cubana, un índice que la ONU categoriza como de Estado fallido. Si Cuba hubiera estado en el continente, en Centroamérica, probablemente ya se hubieran ido alrededor de cinco millones de personas”, especifican estos investigadores
De la mayor de las Antillas se han marchado solo para Estados Unidos alrededor de 450 000 personas. De ellas, 366 000 entraron de forma ilegal por la frontera y otras por reunificación familiar o parole humanitario. Además, otros 30 000 cubanos estarían “varados en México, esperando la oportunidad de llegar a Estados Unidos”.
Emilio Morales, presidente del mencionado grupo asesor detalló al respecto: “La situación de Cuba de hoy no es una crisis económica, sino una crisis sistémica, porque han colapsado los sistemas de salud, financiero, de transporte y energía. Lo único que queda en pie son las instituciones represoras”.