A finales del año pasado un crimen conmocionó a la comunidad de cubanos en Miami luego de que un hombre originario de Guantánamo asesinara a sangre fría a su expareja y madre de su hija de apenas dos años, quien fue testigo directo de los hechos.
El individuo fue identificado como José Aranibar-Camacho que durante mucho tiempo estuvo amenazando a Brittany Springmye con la cual había mantenido una relación de cuatro años. Al término de la misma, ella se mudó junto al joven cubano Banner Vidal, de 28 años, a un apartamento de la ciudad de North Bay Village.
Luego de amenazarla durante varios meses, el cubano irrumpió en el garaje cercano a la vivienda y disparó a quemarropa a Vidal provocándole la muerte. Luego procedió a herir a la madre de su hija quien fue hospitalizada de gravedad, aunque no logró sobrevivir tras dos cirugías tras cuatro meses ingresada con respiración artificial.
José Aranibar-Camacho logró huir de la escena del crimen y viajar hasta España. Luego de haber sido identificado como autor de los hechos, el Juez del Decimoprimer Circuito Judicial del Condado de Miami-Dade, Estado de Florida, emitió una orden de extradición inmediata.
José Aranibar-Camacho
Sin embargo, la policía no había logrado dar con al paradero del asesino que se hallaba fugitivo en la localidad de Ciudad Real. Medios locales reportan que pretendía fijar su residencia con su actual pareja y había estado involucrado en diversos altercados nocturnos relacionados con el ocio nocturno.
Finalmente, fue arrestado en la provincia de Almería, en la zona de Roquetas de Mar, a pesar de que la defensa de Aranibar-Camacho, niega su participación en el crimen y se opuso a su extradición.
Ahora, la Audiencia Nacional consideró procedente su extradición hacia Florida para que sea juzgado por un delito de homicidio en segundo grado con arma de fuego, y otro igual, pero en grado de tentativa, ambos “castigados con pena de prisión no inferior a los 25 años y que puede llegar a la cadena perpetua”.