Hallan el cuerpo de querida veterinaria cubana en plena calle del Vedado

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Varios transeúntes que caminaban por las calles del Vedado habanero reportaron a la policía el fallecimiento de una querida veterinaria cubana de la zona identificada por usuarios de redes sociales como “Bertica la veterinaria”.

Según se pudo notar en un video compartido en redes sociales, el cuerpo permaneció tapado por una bolsa de nylon negro sin que el carro fúnebre se presentara en el lugar tras la denuncia. Algunos allegados confirmaron que “era un excelente ser humano” y “muy buena profesional”.

Fue la activista por el bienestar animal Marina Álvarez una de las primeras en informar sobre la muerte de la anciana: “¡Mi Dios! Bertica la veterinaria acaba de fallecer en medio de la calle al parecer cuando iba en busca de algo de comida para sus perritos, estamos aquí en espera de una patrulla, es algo muy triste, ¡no tengo palabras!”, posteó Álvarez en Facebook.

El cadáver de la mujer fue encontrado específicamente en la céntrica avenida capitalina, en la intersección de las calles 23 y 14, en la zona aledaña a uno de los establecimientos gastronómicos conocidos como “El rápido”.

Álvarez precisó que, ante la demora del carro funerario, algunos familiares la recogieron ya en la noche y la llevaron a su casa hasta que apareció el vehículo a las 11 y media de la noche. “Me parecía una pesadilla todo y pensando en sus animalitos que quedaban sin ella que fue quien más los protegió y amó en este mundo”, lamentó la protectora.

Otra activista por los derechos de los animales llamada Ibisi Alfaro Almenteros, aseguró en su perfil que la anciana había fallecido mientras alimentaba “a los gaticos de 23 y 14” que ahora “quedarán sin ayuda”.  Además, aseguró que “deja 8 perritos en casa y sus callejeritos que alimentaba que ahora hay que buscarles hogar”.

Margarita Gautier, amiga de la anciana, también confirmó que era la veterinaria de sus mascotas y lamentó que hubiese fallecido sola y en plena calle sin haber recibido atención médica: “Era como la Dra. Dolittle: No había perro bravo para ella. Tenía una magia que sentías que hablaba su idioma”.

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