Después de que los medios independientes cubanos recogieran decenas de testimonios de madres afectadas al momento del parto, la prensa oficialista de la isla se ha atrevido a hablar sobre este tema tabú de las malas prácticas del sistema de salud.
El semanario local de Las Tunas entrevistó a varias mujeres que aseguraron haber quedado traumatizadas tras haber dado la luz y lo calificaron como “lo más perturbador” de sus vidas.
Una de las entrevistadas, identificada como Yanelis, contó al medio que la dejaron sola en el salón de parto y que llegó a sentirse aterrorizada.
“Nunca se me va a olvidar que fue un jueves cuando rompí la fuente sentada en la casa, no imaginaba lo que vendría después. Vi cómo le cerraban la puerta del salón de parto a mi esposo y me dieron ganas de llorar. Sentí tanto miedo cuando entré que solo atiné a rezar bajito, para que mi hijo estuviera seguro”, relató la joven de solo 25 años.
Yanelis llegó al límite de la desesperación cuando empezó a sentir grandes contracciones y los médicos del hospital materno la trataron “como si fuera una niña que debía castigar”.
“Me quedé completamente desnuda en aquel lugar donde había muchas personas vestidas de verde y otras que entraban y salían”.
Más adelante precisó que jamás podrá perdonar a los médicos y enfermeras que la desatendieron: “Pensé que iba a morir y que no lograría tener a mi bebé. No te puedo contar cuántos ‘torniquetes’ me hicieron sin decirme una palabra. No voy a olvidarme nunca de la indolencia del personal que me atendió, mi hijo no me lo permite”.
Tanto Yanelis como otras mujeres entrevistadas presentaron complicaciones durante el parto derivadas de la indolencia del personal médico. La disminución del oxígeno en la sangre de su bebé le provocó una debilidad muscular de un lado del cuerpo que le afecta el brazo, la pierna y la cara.
Madres cubanas denuncian maltratos al momento del parto
Otra joven madre denunció malos tratos y groserías por parte de los especialistas que le atendieron el parto:
“Estaba muerta de miedo. Nunca había pensado que parir era así”, precisó. “Uno se me subió en la barriga, y yo, histérica. Fue difícil, me desgarré a lo grande. Pero más que el sufrimiento, tengo grabado el discurso del doctor”.
Según admitió el medio de prensa estatal, ninguna de las madres entrevistadas desea repetir la experiencia porque consideran que “su parto estuvo lejos de ser respetado”.
También reconocen que las prácticas de Cuba se atan a viejas rutinas en desuso en gran parte del mundo y que no se les garantiza a las embarazadas un trato digno durante el momento del alumbramiento.