A pesar de que el estado cubano culpabiliza al gobierno norteamericano por la crisis generalizada que sufre la isla, resulta que, solamente en el mes de julio, las exportaciones de productos alimenticios y agrícolas a Cuba desde Estados Unidos superaron los 23 millones de dólares americanos. .
Dichas transacciones están autorizadas por la Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Mejora de Exportaciones (TSREEA, por sus siglas en inglés) de 2000, aprobada por la Administración de George W. Bush.
Un informe reciente publicado por el Consejo Económico y Comercial EEUU–Cuba (USTEC) revela que esta cifra de envíos excede a los del mismo período de años anteriores.
Por ejemplo, el año pasado, arribaron a la nación caribeña, procedentes de Estados Unidos, insumos tales como carne de pollo (por un valor cercano a los 17 millones de dólares), seguidos de la soya, (alrededor de dos millones), pulpa de madera ($106,632) y arroz ($12,500), según comunicó Cuba Trade and Economic Council.
En noviembre de 2021, el gobierno cubano compró a Estados Unidos, por un valor de más de 27 millones, soya, fruta, café, salsa de tomate, vegetales frescos y comida para animales.
Desde enero hasta la fecha, las compras desde La Habana suman exactamente los 167.653.569 dólares, situándose la isla en mercado número 52 para los alimentos y productos agrícolas de EEUU, de un listado de 224 destinos.
Productos que llegan cada mes a Cuba desde Estados Unidos
De acuerdo con un hilo de Twitter del reconocido economista cubano Pedro Monreal, “el valor del kilógramo del pollo estadounidense exportado a Cuba en julio de 2022 (1,1 USD) fue el más alto registrado desde enero de 2019, reflejando la combinación de alta demanda de una fuente proteica barata, el encarecimiento de factores de oferta y un mayor riesgo operativo”.
Según detalló el Departamento de Agricultura, Cuba recibió este año de su “vecino del norte” productos sanitarios y alimenticios como pasta de madera, aceite de oliva, cuartos de pierna de pollo congelados, carne de pollo congelada, muslos de pollo congelados, café, mantequilla, rositas de maíz, cacao, frituras de maíz, jugos de vegetales, bebidas no alcohólicas, desodorantes, jabón, desinfectantes e insecticidas.